¿Dónde está Tommy?

Capítulo 8

- ¿Quién diablos eres tú?- Preguntó él mirándome con terror.

Yo estaba anonadado, ¿Cómo podía ser posible que yo mismo estuviera ahí de pie, gritándome con desespero? Era simplemente absurdo, terrible y aterrador.

- Cálmate, sólo siéntate y escúchame- Susurré tratando de tranquilizarme yo mismo.

Él temblaba, sin embargo, hizo caso omiso a mis palabras. Volvió a recostarse en la camilla y me miró con terror.

- Es imposible que yo esté ahí de pie, mirándome- Susurró él.

Asique eso era... él era el verdadero Harrison Tate, y en realidad nuestros cuerpos habían cambiado.

- Es lo que digo yo- Murmuré incrédulamente- Pues ese cuerpo es mío y sabes que soy Tomás, el hermanastro de tu novia Hannah.

Él sonrió de lado, con ironía. Era extraño ver las malvadas expresiones de Harrison en mi cuerpo, no se veía normal, en realidad, nada de esto era normal.

- ¿Y qué querías que hiciera? No podía llegar a una casa que no era la mía, ver a mi novia y no poder besarla, ver a su padre y no saber como tratarlo, ni menos ver a tu madre, ¿Cómo iba a tratarlos a todos ellos? Ni siquiera sé que es esto, es una locura, ¿Cómo sucedió?- Él se oía desesperado, tal y como yo estaba hace unos días atrás.

- Esto tomará muchísimo tiempo- Susurré.

- Como verás, estoy internado en un hospital, no podría tener más tiempo- Susurró él.

Suspiré y comencé a relatarle todo a Harrison. Él me explicó que llegó al hospital debido a un accidente automovilístico, cuando ocurrió este cambio él estaba en una fiesta enfermo de borracho, y cuando despertó estaba en el hospital, totalmente aterrado, sin saber que hacer, los médicos creían que se había vuelto loco, pero poco a poco él fue descartando esas posibilidades, y no dio nombres, ya que quería entender qué había ocurrido antes de que alguien viniera por él. También le expliqué todo lo que había ocurrido conmigo, desde que me sentí extasiado al ser él, hasta que me sentí miserable, incluí los detalles de su ya destruída vida popular y... sobre Emma.

- Llevas poco tiempo en mi cuerpo y ya la has cagado hasta el fondo- Gruñó él cruzándose de brazos- ¿Qué se supone que haré ahora? Supongo que entiendes que cuando vuelva a ser yo mismo te haré la vida miserable, Tomás. No querrás volver a la escuela, te romperé los huesos lentamente, idiota.

Sólo pude reír. Aún me resultaba gracioso que todos esos insultos y esas expresiones endemoniadas salieran de mí, ni siquiera me veía intimidante, sólo era tierno.

- Ni te preocupes, cuando vuelva a la normalidad, no volveré a esa escuela- Chasquee la lengua y me senté en una silla que había en la habitación- No quisiera ver a Finn y a Emma, los extrañaría demasiado.

- Es posible- Harrison soltó una risa irónica- Además ellos nunca se hubieran fijado en ti de ninguna manera si no estuvieras usando mi cuerpo, Finn jamás hubiera sido amigo de alguien como tú, y Emma...

Miré a Harrison con molestía. Él se burlaba de mis sentimientos, se burlaba de mí.

- Digamos que Emma tiene altos estándares y se está tomando atribuciones que no le corresponden, ella debería conocer su lugar y fijarse en alguien tan basura como lo es ella- Sonrió Harrison con ironía- Emma no tiene nada que ver con Hannah, ¿Cómo siquiera ocurrió esto? Es imposible que te hayas fijado en alguien como Emma si tenías a Hannah a tu lado, estás realmente loco, niño.

Rodee los ojos y busqué paciencia dentro de mi ser.

- Harrison, sé que crees tenerlo todo y tratas a todos como se te da la reverenda gana- Él asintió con la cabeza fingiendo tristeza- Pero la vida no es así, Hannah no soportó que a una cosa le dijeras no y simplemente te dejó, se fue con uno de tus supuestos mejores amigos, todos te dieron la espalda, el único que se quedó a tu lado fue Finn, él se cubrió la espalda todo este tiempo, sin importarle que te comportaras de forma diferente, tu nana ha sido tu única compañía todo este tiempo y Emma a pesar de odiarte, ha sido sincera contigo en todo momento. Tienes pocas pero grandes personas a tu lado, y ni siquiera te das cuenta- Solté una risita incrédula- Ser tú ha sido realmente duro y difícil, y ciertamente ya no puedo más.