¿Dónde está Tommy?

Capítulo 5

- Déjame repasarlo una vez más- Dijo Finn riendo- Hannah te botó porque le cantaste una canción a Emma.

Él seguía riendo, le tiré un cojín por la cabeza. Ambos estábamos en la habitación de Harrison, él no podía dejar de burlarse de lo que había ocurrido.

- No es sólo eso, idiota- Gruñí molesto- ¿Puedes escucharme con seriedad?

Finn controló su risa y me miró.

- Sí, creo que también es hora de que me expliques por qué le cantas canciones a mí Emma- Finn se cruzó de brazos.

Rodee los ojos.

- Será tu Emma cuando hagas algo por ella- Solté una risita- Acércate a ella, Finn.

El rostro de Finn se volvió serio al fin, soltó un suspiro y se dejó caer en la cama.

- Ella... me pone nervioso- Admitió con rapidez, como si le avergonzara decir aquello.

Solté una risita y rodee los ojos.

- Finn, eres uno de los chicos populares de Dwight, has tenido miles de novias, todas las chicas de hecho quieren ser tu novia- Rodee los ojos- Y Emma... a pesar de que es muy adorable, no es tan despantanante, seguramente será fácil que te acerques a ella.

Finn asintió con la cabeza lentamente.

- Tienes razón, viejo- Se puso de pie y sonrió enormemente- Creo que es hora de que me ponga en marcha.

Finn caminó hacia la puerta.

- ¿Qué es lo que harás?- Pregunté frunciendo el ceño.

- Iré ahora mismo a buscar a Emma- Sonrió Finn- Primero pasaré por unas flores o alguna chuchería, claramente.

Solté una risita y rodee los ojos.

- Suerte- Exclamé antes que de Finn saliera de la habitación.

Emma y Finn, Finn y Emma... ¿Sería algo a lo que pudiera acostumbrarme? Es decir, me agrada muchísimo Finn, pero no deja de ser otro chico popular, y Emma... ella tiene muchísimo carácter, pero ante los demás es una niña frágil, ¿Podrá con el peso que con lleva ser la novia de Finn Rogger?

Los siguientes 30 minutos sólo pensé en Finn y Emma, como si nada más estuviera en mi cabeza y era algo ridículo, después de todo, no era mi asunto, pero por alguna razón, no dejaba de pensar en eso.

Bajé a la cocina, Rosie estaba allí.

- Rosie, necesito comida, mucha comida- Gruñí mientras me sentaba en una de las sillas junto a la mesa.

- Enseguida, joven Harri- Rosie sonrió y comenzó a preparar unas quesadillas- ¿Le sucede algo?

Solté una risita y suspiré.

- Para empezar, mi novia me dejó- Reí irónicamente. Ni siquiera era mi novia, técnicamente.

- Joven Harri, si le soy sincera, Hannah no era la mejor compañía- Dijo Rosie mientras cocinaba. Yo la escuché con atención- Hay niñas que sólo son malcriadas, pero Hannah tiene una pisca de maldad que no había visto antes, tiene problemas y debería solucionarlos.

- Jonathan debería ayudarla- Susurré.

- Si su padre no lo hace, alguien más debería, antes de que sea tarde, yo sólo digo- Rosie soltó una risita.

Una pequeña ampolleta se encendió en mi cerebro, me levanté rápidamente y corrí alejándome de la cocina.

- Harri, ¿A dónde vas?- Exclamó Rosie.