El Nuevo Mundo (Almas Perdidas II)✔️ [En librerías el 1 de Junio]

[7] El Purificador

KAIN

La gente se hace a un lado, dándonos paso en las ruidosas calles de The Blackness. En respeto, ellos hacen su reverencia, luciendo incrédulos de que su rey camine por estas calles después de un siglo de no verlo. Vincent y yo seguimos a Shadow, justo detrás de él porque somos sus guardias reales. El atardecer le brinda un brillo naranja a todo el lugar, el sol desaparece por las altas montañas que nos rodean, que sirven para escudarnos del resto del mundo.

Nadie sabe de este lugar remoto, ni la humanidad ni las criaturas de la noche. Y los que habitan aquí nunca pueden salir o irse, no podemos correr el riesgo de que salgan y revelen como llegar aquí. Además, ellos no son idiotas, tienen protección contra la Purificación a cambio de permanecer aquí.

Cuando Shadow regresó, todo lucía abandonado, arboles secos, clima helado, el humor de los habitantes decaídos, sus caras demacradas. Pasar un siglo sin la presencia de su rey causaba eso porque este lugar era su creación, alimentándose de Shadow, vibrando con su energía así que cuando él se fue, el lugar se quedó sin sustento por años. Apenas él puso un pie en The Blackness, arboles y flores florecieron en los colores más vibrantes, el sol volvió a calentarnos, los habitantes recobraron su color, su vida. Así que puedo ver el agradecimiento en sus expresiones, su felicidad al ver a Shadow no solo por que le ha devuelto al vida a este lugar, si no porque han sobrevivido a la Purificación, porque lo que él les prometió funcionó.

—Mi rey.— un grupo de ancianos humanos hicieron una reverencia, una pequeño niño frente a ellos sonriéndole a Shadow.

Él asiente a modo de respuesta y sigue su camino. Vamos a mitad de la calle cuando todos a los lados se ponen la mano empuñada sobre el pecho para recitar el juramento:

Mi lealtad yace ahora y siempre

con nuestro señor el rey insurgente;

protector de las almas que han sido teñidas,

almas que han sido marcadas como pérdidas.

Observo sus expresiones y sus sonrisas, escucho sus murmurados 'gracias'. Mis ojos pasan por cada rostro: humanos, convertidos, Purasangres, lobos, todos por igual. No existe la desigualdad en este reino, toda criatura tiene el mismo valor y merece el mismo respeto que cualquier otra. Y si alguno no cumple con esos lineamientos tendría que enfrentar la furia de su rey.

En la ausencia del rey, Kaya y yo fuimos los encargados de mantener el orden y me gusta pensar que hicimos un buen trabajo. Siendo protectores eramos mucho más fuerte que cualquier Purasangre, convertido, lobo o humano que decidiera rebelarse.

Un grupo de convertidas a un lado de la calle chilla y se agarran de las manos, ojeándo a Shadow y murmurando banalidades sobre él, ¿a caso olvidan que podemos oír todas las vulgaridades que están diciendo? Esa es una de las razones por la que no me involucro con convertidas o humanas, suelen ser muy indiscretas, la otra razón es que son demasiado débiles para aguantar una noche conmigo. Las únicas que pueden mas o menos resistir son las Purasangres y aún con ellas, tengo que controlarme.