El Nuevo Mundo (Almas Perdidas II)✔️ [En librerías el 1 de Junio]

[16] La Promesa

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XVI

CALUM

He sido engañado como un idiota.

Siempre he alardeado de mis habilidades para descifrar otra criaturas, sus energías, y sus poderes. Me equivoqué con Aidan pero mi mayor error fue Shadow. Él fue uno de los primeros amigos que hice en mi existencia, y me mintió a la cara todo ese tiempo. Sacudo mi cabeza y sigo a Morgan dentro del sistema subterráneo.

—¿Estás segura de esto?

Ella entra en el túnel, paredes rocosas y arenosas a cada lado, la única iluminación viene de las pequeñas antorchas pegadas a los lados. Llegamos a las celdas, hay dos, una donde cuatro Purasangres yacen inconscientes en el suelo con extrañas ataduras resplandecientes a su alrededor uno al lado del otro. Y en la celda del lado contrario, Kaya también duerme pero a su lado, Rea está sentada con la espalda contra la pared y esa misma atadura resplandeciente alrededor de su cuello y de sus manos.Otra mentirosa. Gruño ligeramente cuando hacemos contacto visual.

—Calum— me saluda y asiente su cabeza antes de mirar a Morgan, —Morgan.

Morgan no dice nada, se recuesta contra las rejas de la celda contraria y cruza sus brazos sobre su pecho.

—Y pensar que llegué a sentir celos de ti— Morgan dice con desprecio. Rea le da una sonrisa de boca cerrada.

—Todos hemos hecho cosas estúpidas.

—Tienes una actitud muy alegre para alguien que ha caído en manos del enemigo— le digo antes de escupir frente a su celda. Odio las mentiras, odio que usen a las personas como peones. Saber que Rea fue parte de todo arde aún más porque fueron muchas las veces que compartimos juntos ella, Shadow y yo. Y todo fue una maldita mentira.

—Entiendo que estés enojado, Calum— me dice y yo bufo, —si sirve de algo, tu amistad... nuestra amistad fue de verdad para mi, yo—

—¡Cállate!— gruño con tanta fuerza que el ruido hace eco por todo el túnel, feroz y rabioso. Me agarro del metal de la celda y la observo con furia, —han pasado décadas desde la última vez que quise herir a alguien de la forma en la que quiero herirte, Rea.

—Calum— Morgan pone su mano sobre mi hombro, y giro mi rostro para verla a mi lado, su expresión es calmada, sus ojos jade transmiten paz, —no vale la pena.

Yo tomo una respiración profunda y suelto el metal de la celda para darle la espalda a la vista de Rea y calmarme.

—Everild me ha dicho que no has sido muy cooperativa— Morgan comienza y no sé como está tan calmada.

—Jamás cooperaré con esa traidora— Rea informa, y yo vuelvo a mirarla, —mi lealtad yace ahora y siempre con mi señor, el Rey insurgente.

—¿Por qué?— la pregunta de Morgan me hace estrechar las cejas, —¿Por qué lo sigues?