Capítulo 9

45 6 0
                                    

Laura volvió al aula y asistió a las clases hasta el recreo, con la mente totalmente absorta en lo que estaba pasando esa mañana y sin enterarse de nada de las explicaciones de sus profesores. Por fin llegó la hora de salir a tomar algo de aire fresco, le hacía falta.


Se sentó frente a las clases de parvulario, donde siempre daba el sol, frente a donde se jugaban partidos de fútbol. Pero Lau no estaba para ver partidos, ni para hablar con la amiga con la que solía hacerlo. Sacó el móvil. Tenía un mensaje de voz y una foto de Daphne. Miró la foto. Salía de nuevo la cara sonriente de la chica pelirroja, esta vez en la calle, en su calle. Por la posición del sol en el cielo, podía haber sido tomada a la hora en la que fue enviada.

¿En serio?¿Cómo saberlo? La foto podría ser de hace días. Incluso las de mi habitación... ¡NO! ¡Los garabatos! 

El pulgar derecho de Lau se movió a toda prisa buscando las fotos de esta mañana y las estudió con atención. Efectivamente, los garabatos eran los que había hecho anoche. Mierda.

Mierda. Mierda. Mierda.

Pulsó el play y se acercó el móvil a la oreja para escuchar el audio.

Lo primero que se advirtió fueron los sonidos típicos de la calle: coches pasando cerca, pájaros piando, alguna conversación lejana... y llegó la voz de Daphne, o al menos era la misma voz que en el audio de por la mañana.

Una voz tierna y cálida:

"Hey Lau, ya he salido a la calle, me voy de compras. Sé que seguirás rayada pero calma, ya he salido y he dejado todo como estaba... mmm...supongo que pude haber salido contigo por la mañana pero me daba pereza madrugar (Daphne rió con ganas e hizo una pausa). Bueno... eso, que no te preocupes, que atiendas a tus clases y que todo está bien. Luego nos seguimos escribiendo, hay mucho de que hablar (Daph volvió a reír). Besos, guapa".


Lau se quedó pensativa unos minutos. Finalmente escribió:

"Espero que todo sea verdad y no estés en casa. Todo esto me da muy mal rollo y hasta tengo ganas de llorar..."


Laura se enjugó una lágrima, borró lo último que habia escrito y puso:

"Todo esto me da muy mal rollo, así que dime la verdad, ¿quién eres y quién está detrás de ésto?". Lo envió.


El móvil de Daphne sonó mientras estaba en el probador de una tienda de ropa. Leyó el mensaje y se le humedecieron los ojos al instante. Ay, pobre Lau.


"Lau, soy Daphne. Entiendo que mi presentación no ha sido la más acertada. Esta tarde nos vemos en persona y lo aclaramos todo. No te preocupes, todo está bien".


Laura leyó el mensaje y suspiró, mirando a las nubes. Estoy de exámenes hasta arriba. Voy a hacer un esfuerzo por aparcar esto y centrarme en las tres clases que faltan hoy porque me estoy jugando mucho. Por la tarde quedaré con esta persona, que será Marina, mis padres o quien sea, para darme una fiesta sorpresa o lo que sea que se les haya ocurrido para volverme loca y joderme la cabeza en este puto mes de abril. ¡Putos todos, joder!


Sonó el fin del recreo. Laura volvió a clase e intentó centrarse, a pesar de ese estado mezcla de confusión, rabia y locura en el que flotaba. Las tres clases pasaron y por fin Laura subió al tren, camino de casa.

El sol brillaba en un bonito cielo azul de primavera. Laura lo miraba desde las ventanas del tren. Sus ojos oscuros se llenaron de luz. Se puso los auriculares y escuchó música de piano para distraerse. La música le recordó su viaje a Japón el año anterior. En ese entonces no sabía lo mucho que ese hecho cambiaría su vida.

Lau cerró los ojos, tomando impulso sobre los marfiles, saltando y volando sobre la melodía del piano...

ESA NOCHE OCURRIÓ ALGO EXTRAÑOWhere stories live. Discover now