Capítulo 10

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Unos minutos más tarde, mientras se aproximaba a su destino en el tren, Laura se dispuso a contestar a sus amigos por el whatsapp. Desde que despertó no había podido hacerles apenas caso, excepto contestarles cosas para salir del paso como "xD" o "Jaja".


Pero por alguna razón, de momento se guardó la historia de Daphne.

Pensarían que estoy de coña aunque les mande las fotos, pensó Laura.


Aunque por dentro tenía otra extraña sensación. Algo así como que si compartía esto con alguien se esfumaría la magia. Daphne huiría como lo hacía Auri de Kvothe si éste decía o hacía algo inapropiado en las novelas de Patrick Rothfuss. Decidió guardarse la historia hasta después de la supuesta cita de esa tarde.


Aunque le gustaría contárselo a su amiga Marina, sobre todo para ver si ella podía acompañarla a la cita desde lejos, por si todo era una encerrona y había problemas. Pero Marina tenía turno de mañana y tarde en su instituto, así que no llegaría a su casa hasta un buen rato después.


Un nuevo mensaje de whatsapp de Daphne llegó al móvil de Lau:

"¿Te va bien a las cuatro y media?"

"¿Dónde?"

"En un lugar especial a diez minutos de tu casa..."


Laura se quedó pensativa, pero enseguida un lugar acudió a su mente.

"¿En el puente del bosque?", preguntó Lau.


Muy cerca de su casa había un bonito bosque por el que discurría un arroyo que se podía cruzar por un puentecito de madera. Era una zona muy poco transitada. Una zona tranquila en la que Lau pensaba en ocasiones, cuando dejaba volar la imaginación y fantaseaba dulces encuentros amorosos. Un escalofrío recorrió su espalda.


"Sí, Lau, allí estaré esperándote. ¿A que tienes ganas de verme por fin?"


Lau se sintió extraña. Su primera sensación fue escribir que sí, pero volvió a preguntarse si esto no sería una jodida broma. ¿Quién coño va a aparecer en el puente? ... Iré, pero tomando precauciones para observar sin que me vean, y como sea alguien conocido le partiré la cara... y bueno, si es alguien desconocido saldré de allí echando leches y llamaré a la policía. Ya está.


¿Y si es Daphne?


El escalofrío volvió a recorrerla.


Quiero que sea Daphne.


"Sí, tengo ganas de verte, Daphne".


El tren llegaba a la estación del pueblo de Laura.


"Genial :D Ahora vete a casa a comer, no sea que te desmayes cuando veas lo guapa que voy".


Laura sonrió y salió del tren.


Tercer escalofrío.

ESA NOCHE OCURRIÓ ALGO EXTRAÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora