❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos están cegando.
Hay muchas cosas que me gustaría decirte,
pero no sé cómo❞
-𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞𝐫𝐭𝐞, 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫. 𝐄𝐧 𝐜𝐮𝐞...
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Al día siguiente, el grupo de Slytherin liderado por Amelie, quien aún no había llegado, se sentó a almorzar mientras se burlaban de Draco en silencio.
El chico pretendía estar más lastimado de lo que debería. Pues, no tuvo más que unos rasguños que fueron curados con facilidad.
—No puedo creer que hicieras eso Draco—se rio Orion de su amigo, quien solo rodó los ojos.
—Nos hubiera encantado estar ahí—. Lo señalo Cristina con su cuchara, tan burlona como los demás.
—Fue gracioso verlo gritar como niña.
Todo el grupo se rio de las palabras de Theo, quien no paro de hacer bromas hacía el rubio en todo el camino a la sala común.
—Cierra la boca Nott. Además, no fue para tanto—exclamó Draco rodando los ojos en fastidio.
—Si no fue para tanto, ¿por qué usas eso?—Blaise señaló la mano vendada y en un cabestrillo.
Draco la levantó como si fuera una especie de trofeo.
—Puede ser útil para muchas cosas—sonrió de modo arrogante.
Sin embargo, se quedó callado cuando apareció la chica de ojos grises, quien se sentó a su lado sujetando su libro de pociones, sin préstale realmente atención a sus amigos.
—¡Vaya! Hasta que apareces—. Su hermano le lanzó una manzana a la cara, esperando que la golpeara pero la chica la atrapó con sus reflejos, sin levantar la vista.
—Hay cosas mas importantes que hacer Oreo—le respondió usando el apodo que su hermano odiaba, mientras le daba una mordida a la manzana que le había lanzado.
—¿No estas preocupada por tu novio?—Hablo Theo, haciendo que la sonrisa de Amelie se desvaneciera, suspirando pesadamente.
Toda la conversación estaba siendo escuchada por el trío de Leones. Y Hermione al escuchar aquello no dudo en hacer una mueca de desprecio. Le parecía horrible la idea de que Amelie, siendo tan linda, fuera la novia del odioso de Malfoy.
Draco miró a la chica, quien no lo miraba prefiriendo fijarse en su manzana. Estaba enojada con el rubio.
—Hay alguien más preocupada por el, con ella es suficiente—Señaló con la cabeza a Pansy, quien por arte de magia apareció frente a Draco con una sonrisa tonta.
—¿Aún te duele Draco?—Habló mientras se sentaba, empujando a Amelie aun lado, para poder hablar con el rubio, quien la miraba con disgusto.
—Si, obviamente—respondió intentado alejar las manos de la chica, pero parecía que se habían pegado a su brazo.
Amelie rodó los ojos a los dos, y procedió a seguir leyendo su libro. Sin embargo sintió aquella mirada penetrante de siempre, por lo que levantó la vista sin dudarlo, encontrando como de costumbre los ojos marrones de Hermione Granger.
