Diez.

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Hace millones de años...

Una simple luna compartía órbita con un planeta que amaba, un planeta con vida algo que era casi imposible entre todos. Era bellísimo su vida era bellísima eran tan pequeños que eran adorables.

Pronto el planeta quiso enseñar el resto de su vida a sus planetas vecinos, estaba fascinado con lo que creo y lo que estaba evolucionando dentro de el.

El satélite no podía estar más feliz de su planeta por lo que iba creciendo en el, se veía tan feliz ese planeta tan alegre y amable.

Y el también lo estaba, estaba orgulloso de ser su luna, podía observar a esos pequeñas vidas terrestres llamadas "dinosaurios" caminando, comiendo, durmiendo y jugando con los más pequeños.

Eran simplemente adorables y ese planeta los amaba.

Le agradecía cada día al satélite que estaba junto a el de siempre quedarse aquí a su lado y cumplir su eje para sus dinosaurios, No podía estar más feliz junto a su lado, lo apreciaba y lo abrazaba de sorpresa tratandolo como su pequeño hermano mimado. El satélite no podía ser más feliz al lado de su planeta.



Pero como todo empieza todo termina.


Una fuerte roca choco contra su superficie quemando la bella cara del planeta y destruyendo todo lo que veía como un parásito, una enfermedad devorando poco a poco.

No pudo hacer nada.

El satélite no pudo hacer nada, llegó demasiado tarde.

Demasiado tarde.

Fue su culpa, su maldita culpa, ahora el planeta estaba como lo conoció desde un principio una roca caliente llena de lava.

Fracaso terriblemente, su vida murió y ahora ya no existía no iban a volver. Se habían ido para siempre y no pudo hacer nada.

El planeta fallo en su mision y ahora era como el resto de los planetas ya no era especial, o los demás planetas eran más especiales que el.

Cayó en una profunda depresión que su núcleo se enfrió haciendo que su cuerpo también, ahora era un planeta blanco y con azul pero seguía siendo bastante hermoso. El satélite lo veía día a día y su dolor no sanaba no podía superar a sus dinosaurios no era la primera vez que su vida moría y no fue tan fácil superar las otras vidas de hace millones de años que el tenía.

¿Por qué debía pasarle esto? ¿Por qué un planeta tan dulce tenía que sufrir de esta manera?

¿Que hizo el...?

Pero luego...paso lo esperado y esa hermosa vida empezó a volver.

Como si nunca se hubieran ido en realidad y que siempre estuvieran ahí, se equivocaron pensando que estaban muertos. En realidad siempre estuvieron aquí con ellos acompañando su tristeza.

Tierra y luna no podían estar más felices, está oportunidad no iban a permitir que fracasará. Y prometieron siempre estar juntos y apoyarse mutuamente para que su vida siga cobrando frutos por los años que les queden.

El estar juntos no era solo por un beneficio, era por qué ambos se querían y ninguno era igual sin el otro. Tanto tiempo juntos los hizo reconocer eso.

Que sin el uno al otro. No podían vivir.

𝑳𝒖𝒏𝒂 𝒚 𝑻𝒊𝒆𝒓𝒓𝒂. (ᴏɴᴇ_sʜᴏᴛs.)Where stories live. Discover now