Ochenta...Noventa...
Rayos, se confundió, ¿Donde había quedado?, Ochenta...ochenta uno...Ochenta y tres...
¡Diablos!
Ochenta...ochenta uno...ochenta...
— maldición.
No puede concentrarse, su luna lo miraba preocupado, esto no es normal de el, tierra no suele ser tan desconcertado.
— ¿Tierra...?
— No me pasa nada...luna...solo...Ugh.
— ¿Solo que...?
— ...
No encontraba una estrella hermosa que llamara su atención, todas las estrellas son igual de pequeñas y hay un millón por todo el espacio, sistemas iguales a este en el que vive, sistemas donde hay planetas, sistemas donde...hay planetas con vida.
El mundo no es único, tierra. Sus pensamientos negativos volvían a ensuciar su mente en negro, ¿Y si hay alguien mejor que el? ¿Y si alguien es más de lo que es ahora?
No, no, tierra...concentrate.
Busca algo bonito, busca algo hermoso, algo que te hipnotice algo...
Brillante.
Brillante...único, especial...uno de los pocos que ha llegado a ver...querido sol...estaba concentrado ahora viéndolo sin parar, aunque sus ojos quemaran un poco, su brillo lo hipnotizaba...
Tan pequeño y tan azul como tan de verde, el pequeño planeta con vida que a veces ni dejar de mirar...ahora lo está viendo, está apareciendo su luz lo que hacía que sus llamas se pusieran más intensas.
Rodo su cabeza a un lado como señal o trampa por saber si es que los ojos de Sol estaban puestos en el, cosa que sol también hizo en silencio, para darse cuenta que había caido directito en su trampa.
Tierra se rió, nunca había contactado con el sol de esta forma, la estrella solamente se rió nervioso, para darse la vuelta, ignorando lo que acababa de ocurrir.
Mientras el satélite simplemente yacía en la sombra de su planeta, viéndolo perplejo por lo que acaba de pasar pero confundido a la vez...este tipo de miradas...¿que fueron?
¿Que significan?
¿Significa algo...especial?
¿Por qué nunca lo mira de esa manera?
