Capítulos 34 y 35

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Jueves 12 de abril de 2007, 9:56 - Primera noche

Me hago mayor. Hasta no hace mucho podía salir de fiesta y empalmar con el día siguiente en la oficina. Ahora duermo cinco horas y voy zombi todo el día.

Por cierto, vaya MIERDA de noche.

Aparte de esquivar los coches patrulla de la policía, la única preocupación que he tenido ha sido no quedarme congelado en una esquina. He estado pateándome las calles desde las nueve hasta las dos y media de la madrugada, y evidentemente no ha sucedido nada. ¿Quién sería tan gilipollas de pensar que la primera noche me toparía con el tipo? Supongo que yo. En mi vida me he sentido tan idiota como ayer mientras paseaba por el pueblo mientras todos dormían.

A las 8:00, cuando ha sonado el reloj despertador, me he cagado en Dios, en mi madre, en la madre del maníaco que recorre mi pueblo, en el tipo que inventó los jodidos superhéroes y en la policía, por no hacer bien su trabajo.

De todas formas, no me voy a dar por vencido tan pronto, esta noche volveré a salir.

 

 

Jueves 12 de abril de 2007, 18:44 - Confiando en la suerte

Dentro de un rato me iré a casa y me tumbaré, aunque sea una hora; si tengo que pasar otra noche por ahí más vale que esté un poco descansado. Joder, y encima parece que no piensa dejar de llover. Tócate los huevos.

Este mediodía he hablado con Rafa y me ha preguntado cómo fue ayer. Le he dicho lo que pasó, que en resumidas cuentas es nada, y el muy cerdo se ha reído con ganas al otro lado de la línea. No le he mandado a paseo porque no me quedaban fuerzas.

Luego me ha comentado que le ha llamado Xavier preguntando por mí –afortunadamente no tiene mi móvil, gracias sean dadas a quien las merezca– y después le ha comentado que si necesito ayuda con pedírselo basta, que él se apunta a esto de «cazar criminales». Sólo me faltaría pasar las noches con él, vamos. Ya me lo imagino: hablando sin parar de artes marciales, superhéroes y eBay –ahora le ha dado por comprar y vender cualquier cosa por internet, dice que se convertirá en un gran negociante–, y mientras tanto el agresor haciendo de las suyas tan tranquilo.

Mejor pensar en cosas más agradables como, por ejemplo, Sara. Habíamos quedado en vernos la noche de mañana, pero ahora me surge un dilema en el que no había caído: o quedo con ella, o sigo con mi plan de cazar al maníaco. Aún no sé qué haré y tengo que llamarla en un rato.

Supongo que todo depende de cómo vaya hoy, así que le pondré alguna excusa para alargar la decisión hasta mañana.

Quién me iba a decir que sería todo tan jodidamente complicado, y eso que acabo de empezar. De hecho esto no son más que las prácticas... Si hubiera carnet de superhéroe creo que jamás lograría sacármelo.

En fin, confiaremos en la suerte una vez más.

Hoy me ha pasado algo muy bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora