Universidad de Princesas (SIN EDITAR)

Universidad de Princesas - Capitulo 11: Consecuencias

Capitulo 11: Consecuencias

Todo había sido super divertido pero en la mañana cuando leía los titulares de los múltiples diarios como “Katrina Princesa Wild” y otros semejantes y lo que era inclusive peor las fotos, las malditas fotos, en donde salia perfectamente bailando sobre la barra, ¿Pero que demonios estaba pensando? Ahora me daba cuenta de que todo eso había sido una mala idea desde el comienzo.

Lo que me sorprendía era que a pesar de todas las luces y el humo que había dentro del club no entendía el porque de que salieran tan bien.

Como si no odiara lo suficiente esa mañana con la prensa, y todos los problemas que sabia que se me vendrían encima que mi cabeza estaba matándome, no había tenido un dolor como este, esta resaca.

-Buenos días princesa-dijo Donna la mucama real-Aquí le traje el desayuno.

-Oh, gracias-Dije con una sonrisa forzada mientras arrojaba el periódico por debajo de la cama como si mis problemas se pudieran esconder así como así-Dejalo sobre la mesa lo tomare de inmediato-Dije señalando le el siguiente cuarteto.

Les explicare en mi habitación real no solo tengo mi cama como usualmente en una habitación común y corriente, sino que es como una mini ca-sita, suena ridículo, pero es así entras y esta un pasillo largo pintado de color morado, el color de la realeza, y luego de ello tengo un sofá frente a una mesita de te, con varios libreros de mis autores favoritos desde los clásicos hasta los amados best-seller, si avanzas tendrás tres puertas de estilo francés hermosas en verdad, la primera da a mi habitación; me refiero a donde duermo esta vez, luego de salir de allí la segunda puerta es en donde tengo un comedor pequeño pero con un plasma, DVD, TV satélite, revistas de toda clase mis favoritas son Cosmopolitan, Teen Vogue ( no puedo creer que quisieron hacerme una entrevista y no pude por que no me lo permitieron), y Seventeen, también leo los diarios, y tengo otro librero pero con libros de tapa dura de esos que son más de decoración que otra cosa, la verdad si soy franca jamas los he abierto los míos, los que leo están en los libreros de adelante.

Ademas en la tercera puerta tengo un lugar ambientado lo más naturalmente posible con plantas y es casi un vivero lo cual amo, y es donde esta también el balcón que suelo abrir a la hora en que los fotógrafos no están asomando sus narices es de lo mejor, en fin quería aclararlo, que largo relato ¿No? Si creen que mi “Modesto cuarto” es de ensueño deberían ver mi habitación en el palacio...Oh, casi olvido que en mi habitación en donde esta la parte de la cama, tengo mi closet una puerta en donde tengo 5 metros de profundidad en donde esta toda absolutamente toda llena de ropa y zapatos de los mejores diseñadores del mundo ya saben, Jimmy Cho, Prada, Channel, Oscar de La Renta, etc, lo mejor de lo mejor, maquillajes igual, perfumes de toda clase costo y aromas, es mi mejor reliquia (Risa=)

Pero aun así tengo mis problemas como este grande y no se si me voy a librar de el con tanta facilidad.

-Sus guardaespaldas están abajo-Dijo Donna quien entro hasta mi comedor-cuarto.

-Oh, gracias-Dije mientras bajaba a toda prisa con mis jea-ns con pantuflas, cuanto glamour.

Al llegar y bajar las escaleras con tanta rapidez recordé mi jaqueca, por un momento me maree pero luego volví en si.

-¿Lo has visto?-Me pregunto el con una sonrisa-Están es todas partes.

-Lo se como si pudiera ignorarlo-Dije mientras le daba un café y me tomaba uno yo.

-Las cosas como si no pudieran empeorar-Dije mientras me ataba un rodete-Todo marchaba bien hasta que me tuve que subir a bailar a la barra, que estúpida-Dije furiosa abollando el maldito New York Times en donde salia mi foto, yo la princesa real de Inglaterra gritando desde la barra del club, no se veía nada decoroso, en lo absoluto.

-Como lo siento-Dijo Fred con sentimiento-Nosotros quisimos detenerte pero no podemos a no ser de que interfiera en tu vida, eso estipula el contrato reales-Dijo el

-Lo se la única culpable aquí soy yo-Dije agarrándome la cabeza-Fui tan irresponsable.

En ese momento suena el timbre de la mansión, nosotros seguimos analizando lo que ya no tiene sentido ya que no hay nada que hacer.

En un momento aparece Donna en la puerta con un rostro serio con un mal augurio.

-¿Princesa?-Dijo ella-Es Phillip.

En ese momento me asome rápidamente por la puerta en donde vi perfectamente al hombre, era el asesor real, se había encargado de Amelia y de mi siempre que hacíamos algo incorrecto entre muchas de sus tareas. Si estaba aquí era por las fotos, las malditasssss fotografiás.

Subí rápidamente a cambiarme no podía dejar que me vea en esas condiciones que aseguraban que tenia una fuerte resaca.

Me puse mi traje-cito de princesa con unos Prada rosados y me puse un broche que la duquesa Marcha me había obsequiado.

-Phillip-Dije con una sonrisa-¿Qué haces aquí?

-Princesa-Dijo el con una sonrisa mientras me saludaba con una reverencia.

Nos sentamos y Donna trajo dos tes, estaba oficialmente arta de las inficiones por ese día, pero aliviaba la tencion que sentía.

-Estoy aquí Katrina, y creo que ya sabes porque-Dijo el dándole un sorbo a su te-Por las fotos, no se en que pensaba.

-Lo se, fue un error fatal, y entiendo que mis padres deben estar muy decepcionados...

-En efecto-Dijo el con sentimiento y una mueca- Kat, ellos están furicos. Te quieren en Inglaterra.

-¿Qué?-Dije mientras el me daba una nota perfumada.

-Así es el avión te espera a eso de las tres, no es definitivo pero no se si te van a dejar volver-Dijo el mientras daba otra reverencia y se dirija a la puerta.

Esto es malo, ¿Acaso todo me pasa a mi? Luego volví a la cocina, y aprovechando que no había nadie más que nosotros dos le di un abrazo fuerte mientras soltaba unas cuantas lagrimas y el acariciaba mi rubio cabello. Que había soltado para colocar le el broche, usualmente era un articulo de buena suerte ahora se que eso era pura basura de la duquesa.