4. Ama de Llaves

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- ¡Toc Toc! - Constance Langdon grita por detras de la puerta de la cocina. 

Me asomo para abrirle. Esta usando un vestido rosa y un pequeño niño rubio esta parado a su lado.

- Este es Michael, mi hijo. - dice. 

No puedo evitar mirarla extraña. La cuenta no me daba. 

- Es adoptado - dice de mala gana al ver mi cara de asombro, y se adentra en mi casa.

Apenas pisa el suelo de la cocina, el pequeño comienza a correr.

- ¡Michael! No corras por la casa - Constance le grita al pequeño.

- Descuida no hay nada con lo que pueda lastimarse - trato de calmar a mi vecina.

- No es su seguridad la que me austa - murmura sombría

Luego sacude la cabeza y esboza una sonrisa falsa.

- ¿Se le ofrece algo señora Langdon? - le pregunto educadamente.

- Una taza de té y dos azúcares. - dice tomando asiento en la cocina.  

- Hemos conocido a Tate, hace unos días- le digo mientras preparo el té. 

Siento a Constance atragantarse por detras de mi. Me giro para ver que le sucede. 

- ¿Has visto a Tate? - pregunta la vecina un poco sorprendida pero intentando disimularlo.

- Claro que si, es muy simpático. Él y mi hermano ya son grandes amigos, puedo asegurarlo. 

- Bueno, él siempre ha sido encantador - dice amargamente. - La chica de los Harmon, estaba loca por él - dice como si contara una historia pasada. 

Siento que estoy convirtiendome en una vieja chismosa prematuramente. Le sirvo el té en su taza y le alcanzo la azucarera. 

- ¿Quienes son los Harmon? - pregunto a Constance, apoyandome sobre la mesada con los codos. - Creí que la familia que solía vivir aquí se llamaba Ramos. 

Constance da un largo sorbo a su taza de té y la apoya delicadamente sobre el platito. 

- Los Harmon -dice y piensa detenidamente. - era la familia que vivía aquí antes de los Ramos. La esposa murió dando a luz, en la sala de estar, de hecho. - menciona como si fuera un dato de lo mas vanal, que cualquier persona recién mudada quiere enterarse sobre su nueva casa. - Su marido atormentado por la muerte de su mujer se suicidó. Y la única hija que tenían, huyo con su hermanito. Permanecen desaparecidos los dos hasta la fecha. 

Vuelco mi taza de té. Perfecto, mas gente muerta. Agarro un trapo y limpio mi desastre.

- No temas querida - dice Constance en un intento de consolarme - Aprenderás a vivir en esta casa. Voy a buscar a Michael, si no te importa. 

- Adelante - digo haciendole gesto de que se sienta comoda.

La mujer sale en busca de su hijo.

Cuando termino de limpiar la mesada, comienzo a enjuagar las tazas de té.

Veo a Tate por la ventana. Le hago un gesto para que pase.

- No sabía que tenías un hermanito. - digo en cuanto Tate entra en la casa. - Tu mamá esta arriba buscándolo. 

Tate se queda pensativo por unos minutos y luego se apoya en el marco de la puerta. 

- No deberías dejar a mi madre merodear por tu casa - dice cruzado de brazos. 

- No me importa. Parece conocerla bien. - digo pensando en como sabía por donde ir.

Continúo lavando la taza.

AHS: MURDER HOUSEWhere stories live. Discover now