19. Claroscuro

1K 87 6
                                    

Hayden

- Entonces, ¿Que debo hacer? - dice el pequeño Norman con la cara larga.

No puedo evitar sonreír. Todo esta saliendo a la perfección y si lograba concretar esto mataría dos pájaros de un tiro. Me desharía de los Wilkins y también de Tate.

- Debes averiguar cuando volverá Lily a la casa. Y cuando ella esté aquí, la traerás al ático donde estará todo preparado.

- Si señora. - contesta sin tono en su voz y sube hacia el piso de arriba.


Lily

- Buenos días Señorita Lily. -  el doctor Casey saluda animadamente a medida que entra en mi habitación.

Esta sonriente y carga en sus manos tres pequeños paquetes.

- ¿Que lleva ahí doctor? - pregunto tan intrigada que olvido poner mi típico tono de odio. 

- Un regalo. - contesta con la sonrisa aún en los labios a medida que rasga uno de los paquetitos. 

- Un regalo.. - medito para mi misma. 

- He oído que le temes a la oscuridad. - el doctor tiene la vista fija en el sobre, lucha desesperadamente por romper definitivamente el envoltorio de su "regalo". 

- Tal vez. - contesto para no admitir que esta en lo cierto. 

Aunque mi estadía en mi nueva casa había logrado disipar un poco ese temor. Las noches en este sanatorio se me estaban haciendo difíciles de soportar sin la luz encendida del pasillo. 

- Ajá! - dice Casey victorioso mostrandome una estrella de plastico fosforecente. 

-¿ Y ese era tu regalo? - digo odiosa. - yo quería un auto. 

- Bueno, esto es lo mejor que mi sueldo de psicólogo puede darte. - dice a medida que se sube a una silla contigua a mi cama, y luego se mueve para quedar parado justo debajo de mi visión del techo. 

- Tengo a su escroto justo encima de mi cara, doctor. - le digo de mal humor, aunque en realidad su escroto esta muy lejos de mi, o mi cara. 

- Trata de mirar hacia un costado, casi termino. - Casey contesta sin prestarme atención. Esta muy concentrado pegando las estrellas en el techo.  

- De veras, ¿No  hay reglas de comportamiento para con los pacientes?- contesto indignada de la poca atención que esta prestándome. 

Pasan unos minutos y Casey sigue entretenido pegandome estrellitas en el techo. 

- Listo. - dice bajandose de mi cama de un salto. 

Corre hacia fuera de mi habitación y apaga las luces del pasillo. Luego entra devuelta y apaga la luz de mi cuarto. 

Inmediatamente la habitación queda a oscuras y las estrellas que pegó mi doctor comienzan a resplandecer con el típico brillo verde de las estrellas de plastico. Solo tengo que mirar hacia arriba y un cielo artificial y estrellado me saluda.

- ¿Y? ¿Que dices? - pregunta Casey ansioso. 

- Es precioso doctor. - digo conteniendo la emoción. Esto era lo mas lindo que alguien había hecho por mi en toda mi estadía. - Pero aún lo odio. - digo en tono de broma.

Casey se ríe y prende las luces. 

- Bueno, te he consentido demasiado, comencemos con la sesión. - dice mientras se sienta en su lugar habitual con su maldito libro y se acomoda los anteojos.  

Me siento erguida sobre mi cama intentando poner cara de pocos amigos, pero una sonrisa se me escapa. Es un hecho, ya no lo odio. Tanto. 





AHS: MURDER HOUSEWhere stories live. Discover now