AHS: MURDER HOUSE

24. Welcome (back) to the Murder House

Tate

Lily estará por llegar en media hora. Desde mi invisibilidad de fantasma, puedo ver como Violet, Kevin y los gemelos ordenan todos los muebles y conectan los mecanismos que harán que el cartel que dice "¡Bienvenida Lily!" salte desde uno de los marcos de la abertura de la puerta.

Había estado observándolos desde hace unos días cuando los muebles levitaban y Kevin todavía le temía a mi novia. Mejor dicho, ex novia.

Desde que mi madre se fue, me encerré en el ático a esperar mi destino. Solo necesito que Lily llegue a casa y todo habría terminado.

Kevin le ofrece sonrisas deslumbrantes, que Violet recibe revoleando los ojos de manera coqueta. Sólo por eso, Kevin sería el primero en caer.

Allison y Edward fueron a buscar a su hija al hospital. Mientras tanto, escucho los susurros de Hayden recitando la oración para el ritual.

"No pienses. Después de esto, estarás del otro lado, y nada importará." me digo para convencerme de que lo que estoy a punto de hacer no es un acto de traición repugnante, incluso para mi.

Lily

Ver la casa denuevo, me causa una sensación extraña. Me alegra estar devuelta en la normalidad, si así se le puede llamar a mi vida, pero no me siento segura. Un presentimiento de que algo va a suceder no quiere abandonar mi cabeza a medida que mis pies se adentran en el patio delantero de mi casa.

En cuanto cruzo el umbral de la puerta, la casa esta sileciosa como un cementerio.

- ¡Sorpresa! - gritan Kevin y mi papá al tiempo que un enorme cartel de bienvenida se desprende de la nada.

Tate

Lily y su familia charlan animadamente al tiempo que muerden sus porciones de pizza. El solo hecho de verla sonriente hace que la sensación desagradable en mi estómago se intensifique. No se lo merece. No ella. "Olvídalo" una voz en mi cabeza se abre lugar.

El timbre suena y Lily corre a atender la puerta. Al otro lado se encuentra un hombre alto de unos veinti tantos años . Lily se queda congelada al verlo pero se apresura a ir fuera con él. El hombre es apuesto a pesar de sus gafas de ñoño, tiene el cabello claro y ojos verdes.

Lily cierra la puerta tras ella.

Lily

-¿Que haces aquí? - intento sonar molesta, pero es imposible con él cerca de mí.

- Esto. - el doctor Casey toma mi rostro entre sus manos y me besa suave y cálidamente en los labios.

Me es imposible rechazarlo, moverme o hacer otra cosa que no sea colgarme de su cuello y enroscar mis dedos en su pelo. Casey sin duda sabe como besar. Me aferro más a él y ruego por que este momento no acabe nunca.

Tate

Aprovecho la distracción de Lily para comenzar mi plan. El teléfono suena y Allison corre a atenderlo, sentados en la mesa veo a Edward y Kevin charlar animadamente.

- Chicos, debo irme. Mike ha tenido un accidente. - Allison dice al tiempo que agarra su bolso y sale por la puerta de la cocina.

- Yo te llevo. - Edward dice al instante. - Quédate con tu hermana. - le dice a Kevin quién asiente con el ceño fruncido.

Sin Allison y Edward la cosa sería mucho mas sencilla. Agarro el bate de beisbol de Kevin y lo estrello contra su cabeza. Dejándolo inconciente sobre el piso de cerámica.

Corro hacia la entrada donde pillo a Lily besando intensamente a su visita.

- Ejem. - digo aclarandome la garganta. - Tus padres en tres, dos.. - y desaparezco.

Lily se separa inmediatamente del hombre para mirar a los costados. Justo a tiempo para ver a Allison y Edward dirigiéndose al auto.

- Dotor Casey, que casualidad encontrarlo por aquí. - Allison dice a lo lejos. - Lo necesito.

- Buenas tardes Allison, ¿Que sucede? - dice el doctor acercándose a ella sin mostrar signos del revolcón en el que habían estado sumidos tan solo unos minutos atrás.

- Mi novio se ha contactado conmigo, ¿Que sabe de primeros auxilios? Aparentemente se ha caído de una escalera.

- Vamos. - dice Casey dándole una mirada cómplice a Lily quién suspira aliviada de que su madre no tuviera sospechas de nada.

Lily entra en la casa y se apoya sobre la puerta, con la mirada risueña.

- Tate. Sal de donde quiera que estes. - dice feliz, ajena a lo que va a sucederle.

- Lily. - digo abrazándola. - Me alegra que estes aquí.

Me quedo allí por unos segundos resguardándola entre mis brazos. No quería que esto terminara así.

- Yo también. - dice con el mentón en mi hombro.

- Ven, tengo que mostrarte algo. - agarro a Lily de la mano sin darle tiempo a mirar hacia la cocina.