AHS: MURDER HOUSE

13. Halloween I

El aire de los 31 de octubre siempre ha logrado confortarme. No se si son las decoraciones, las calabazas, los niños ansiosos por pedir dulces o la felicidad de mi madre cuando decora la casa.

Este 31 es incluso mejor, porque, por algun motivo la "casa" esta feliz. Y aunque mi mamá no este muy contenta, tengo a mi padre conmigo.

El usual aura de tormento y sufrimiento hoy se ha cambiado por felicidad y expectación.

- Lily, ayudame a colgar este murciélago - dice mamá desde la puerta delantera.

Esta vestida con su típica ropa de limpieza, unos jeans claros viejos y una remera musculosa blanca.

- Sabes que Kevin es mucho mas alto que yo ¿Recuerdas? - refunfuño mientras me subo a la escalera para cumplir los caprichos de mi progenitora.

- Hazlo por los niños - mamá bromea - voy a buscar los fantasmas. - dice y desaparece por la puerta.

Me quedo mirandola atónita por un momento hasta que caigo en la cuenta de que esta hablando de los fantasmas de tela que ha conservado desde que Kevin tenía 5 años.

Hago equilibrio sobre la escalera intentando colgar el pequeño circulo de hilo en uno de los ganchos del techo. Una brisa helada me recorre la espalda y se que no estoy sola.

Lo ignoro, como ya he aprendido a hacer y continúo con mi tarea.

- Sabes bien que no debes ignorar a los fantasmas - un bello hombre rubio, alto y fornido se apoya sobre el marco de la puerta.

- ¿Y tu eres? - digo descaradamente lamiendome los labios mientras intento colgar aquél maldito murcielago.

- Soy Patrick. Mucho gusto. - dice sonriendo.

- ¿Y por que apareces recién hoy Patrick? - digo sin prestarle mucha atención. Los fantasmas de la casa ya no me asustan a exepción del hombre de goma.

- El Halloween siempre me pone melancólico.

- A mi me pone feliz de hecho. - respondo con los ojos bizcos aún intentando pasar el cordel por el orificio del gancho colgante.

Parada sobre la escalera, las piernas se me doblan un poco. Miro a mi alrededor pero Patrick se ha ido.

- No te vas a imaginar el lío que es el ático - mamá re aparece por la puerta.

Esta quitandose el polvo de los jeans con el dorso de la mano mientras que en la otra sostiene a un fantasma del tamaño de un niño pequeño.

Tate

Violet esta de espaldas a mi admirando las nubes desde el balcón.

- ¿Querías verme? Aquí estoy - dice sin siquiera voltearse.

- Hola Vi.

Violet se da la vuelta y nuestros ojos se encuentran. Nos quedamos en silencio durante unos largos minutos.

Me sueno la garganta y rompo la tensión entre nosotros.

- Es Halloween ¿Recuerdas? - digo rascandome la parte trasera de la cabeza con incomodidad.

- Si, recuerdo. - dice pensativa.

Los recuerdos de mis ex compañeros persiguiendome a lo largo de la costa de L.A. no son faciles de olvidar. Sobre todo por su aspecto luego de haberles disparado sin piedad en la cabeza.

- Sal conmigo. Podemos ir a un lindo restaurante, o al minigolf, incluso podríamos pedir dulces....

- No. - dice con la voz cortante. - Tate, no puedo hacer esto. - puedo notar que esta llorando, incluso de espaldas.