8. Baile de Otoño

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Mi cuerpo no se parece al de mi madre. Ella tiene una cinturita de avispa, piernas finas y labios carnosos. Se operó el busto luego de dar a luz a Kevin, pero ella siempre cuenta que incluso antes de la operación tenía muy buenas tetas.

En cuanto a su trasero, es pequeño pero firme. Mi madre es una cuarentona con suerte. Ella es la unica que no lo sabe.

En resumen, en lo único en que nos parecemos es en el color de la piel, el cabello rubio y los ojos azules.

Kevin, se parece mas a mi padre, cabello marron y ojos negros. Mi busto es muy pequeño y mi trasero también, nada para observar. Tengo una contextura media flaca. Nada despampanante.

Pero hoy, todo es diferente. Mi mamá eligió un vestido morado, que se adapta a mi cuerpo a la perfección. Hoy soy una sirena.

- Luces hermosa cariño - dice mamá detras de mí.

No sabe cuanto me alegra verla a ella y no a la chica rubia.

Durante estos últimos días no la he visto. Solo he hablado con los gemelos. Me contaron que ellos no vivían en la casa. Que eran del vecindario y vinieron a jugar aquí cuando esta era una casa abandonada. No me contaron como es que quedaron atrapados aquí.

Poco a poco estoy adaptándome a relacionarme con ellos.

- Buena elección mamá - le digo tomando sus manos entre las mías sobre mis hombros.

- Este Chad es un tipo con suerte. - me dice y juro que va a caérsele una lágrima.

- Es solo un baile, he ido a cientos en Texas - le digo sin saber porque llora.

- Lo sé, - dice limpiandose las lágrimas - es solo que este es tu último año y la casa nueva y L.A. Y estoy muy feliz. - dice con una sonrisa dulce.

Y yo me siento terrible por odiar estar aquí. Nueva York esta esperándome.

- Faltan cuatro horas todavía, mejor me baño ahora - digo quitándomela de encima.

Me hago a un lado y mamá me baja el cierre. Mi vestido de sirena cae a mis pies dejándome en ropa interior.

- A veces olvido lo grande que te has puesto - dice mamá mirándome con cariño.

Es raro que tu madre te adore en ropa interior. Pero a todo el mundo le pasa. Creo.

- Ma... - digo un poco fastidiada.

Mamá sacude la cabeza.

- Lo siento. Ve. - dice y me deja sola en mi cuarto. - Deberías dejarte el cabello suelto por una vez. - dice mamá antes de salir.

Siempre llevo el pelo atado. Suele molestarme. Había considerado cortarmelo, pero a mamá casi le da un infarto. "Ni en sueños te cortes ese cabello tan largo" dijo cuando siquiera lo mencioné. Y por no molestarla le hice caso. Pero lo llevo siempre en una cola de caballo o un rodete.

Cada vez que mi tía Mindy venía de visita, me hacía trenzas. Le gustaba entrelazarle flores a mi cabello. Y yo la dejaba aunque al final de cuentas se me enredara todo.

Abro la canilla y la tina del baño comienza a llenarse con agua. Cuando el agua llega por la mitad abro un frasquito de sales de baño y lo vierto.

El agua lentamente toma un color azulado. Pruebo la temperatura con el dedo pulgar. Esta en el punto exacto donde esta muy caliente pero no quema.

Este baño, el que esta en el fondo, me pertenece. El que esta mas cerca del pasillo es de Kevin, y el baño de mamá esta en su habitación.

Coloqué aquí dentro un reproductor de ipod. Aprieto el boton play desde el control remoto y una lista de reproducción que armé especialmente para mis baños de inmersión comienza a tocar.

AHS: MURDER HOUSEWhere stories live. Discover now