AHS: MURDER HOUSE

10. El Monstruo en el Closet

Lily

- Por favor, porfi, porfi, porfi. - Chad canturrea al tiempo que me pone ojos de perro mojado.

- De ninguna manera, Chad. - digo y hago sonar de un portazo la puerta metálica de mi locker.

Le doy vuelta los ojos y dejo a mi novio parado detras de mi.

- Lil.. vamos. - me toma del brazo y hace que me detenga.

- No pienso hacer una maldita fiesta de Halloween en mi casa. - le contesto de mala manera.

- Pensé que querías hacer amigos. - Chad dice maliciosamente evitando mi mirada.

- No de esa manera. - le digo entre dientes.

- Pero es el perfecto lugar para una fiesta de Halloween. Imagínalo. Las paredes cubiertas de telarañas falsas, ponche con alcohol. - dice emocionado - Alcohol. Más alcohol. Tu mamá vestida de Gatúbela, o Madonna sirviendo bocadillos encantados.

- ¿Porque habría mi madre de disfrazarse de alguna de Gatúbela o Madonna? - le correspondo levantando una ceja.

-Porque ambos sabemos que ese es su estilo, y es sexy.

Tan rápido como la palabra "sexy" sale de sus labios le doy un golpe en la parte trasera de la cabeza.

- Okay okay. - dice masejeandose el craneo - Tu mamá disfrazada de Frodo o Gollum.

Y luego de escuchar la palabra gollum lanzo una carcajada.

- Ve al punto - le digo entre risitas.

- Es la mejor oportunidad para convertirte en una legendaria - hace una pausa - leyenda.

- No dejes que nadie entre a esa casa. - la chica de capelina que siempre esta mirandome se abre paso entre nosotros.

-¿Disculpa? - le digo enojada. Si bien yo pienso lo mismo. Sigue siendo mi casa.

- ¿Que quieres Leah? - Chad dice fastidiado.

- Esto no es contigo. - la chica lo corta y luego se dirige a mi. - ¿Donde crees que obtuve esto?

Leah se quita el gorro y deja ver una horrible cicatriz parecida a un arañazo en una de sus mejillas.

- Déjala en paz, Leah - Chad se coloca entre la chica y yo.

- Tú. - Leah mira fijamente a los ojos a Chad. - No la lastimes.

Rápidamente Leah huye y se pierde por los pasillos.

-¿Que fue eso? - le pregunto a mi novio.

- Esta loca. No fue nada. - dice sacudiendo la cabeza como dando el tema por terminado.

- No. ¿Que es lo que sucede entre ustedes dos? - aquella escena definitivamente no fue "nada".

Chad deja de caminar y se voltea para pararse enfrentado a mi.

- Leah y yo solíamos andar. - dice y se aclara la garganta creando un silencio incómodo.

Trago saliva esperando el resto de la historia.

- El año pasado, Leah acosaba a la chica que vivía en tu casa. Un día harta de sus bravuconerias, la chica invito a Leah a su casa, y le jugó una broma. Leah perdió la cordura y jamás pudo recuperarse.

Chad se aclara la garganta.

- Se volvió cada vez mas paranoica y me acusa de ser un sádico y haber matado a su gato. - dice y una sonrisa se le escapa, haciendo que yo ría con el.