25. Día de los Muertos

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Hayden

Todo esta preparado, el círculo, la sangre, las velas. Incluso tengo el libro abierto con las hojas del conjuro marcadas. Nada va a detenerme. Ni siquiera mi mortalidad.

Leí en Internet, que este tipo de conjuros solo funcionan con médiums como huéspedes. Su sensibilidad, los hace susceptibles a posesiones, lo cuál es exactamente lo que este conjuro va a permitirme, pero de una manera prolongada y permanente.

No es nada personal Lily, simplemente estuviste en el lugar incorrecto en el tiempo equivocado. Y ahora tu cuerpo va a ser mío. Tu te quedarás aquí y yo tomaré tu lugar.

¿Por que demonios esta tardando tanto? Le hago un gesto a mi ayudante de latex que descanza sentado en una tabla de madera, que inmediatamente se levanta y va a buscar a mi otro ayudante.

Maldito niño, jamás quiso acostarse conmigo, siempre lloriqueando por su noviecita suicida. Tal para cuál diría mi madre. Dios, como extraño a mi madre, si tan solo pudiera hablar con ella.

Pero todos creen que estoy exhiliada con Ben y nuestro hijo en alguna isla del caribe. Si tan solo eso fuera cierto y Ben aún estuviera a mi lado, todo sería al menos un poco mas soportable. Pero no lo es. Él me odia, y habita feliz, bajo el mismo techo que su maldita familia.

Me lo debe, la vida me debe una segunda oportunidad. Poder sentir el viento en mi cara, salir al parque, dios mío, siquiera ir a comprar al supermercado. Ya no quiero un cuento de hadas, simplemente quiero una puta vida normal.

Mi hombre de látex entra con Tate siguiendole los pasos. Tiene a Lily aferrada por el brazo.

- Buen trabajo. - digo al tiempo que me froto las manos.

- Hayden. - dice Lily entre dientes.

- Así es, ¿Como es que me conoces querida?

- Te vi.

- Oh, asi que además de medium eres vidente. Pero miren si no tenemos una joyita entre nosotros.

- Tate, ¿Porque estoy aquí? - la niña le pregunta con ojos de perro asustado.

La traición se puede vislumbrar poco a poco en sus ojos. Él simplemente se encoje de hombros, evitando su mirada, como todo buen cobarde.

-Llévenla al centro.- doy la órden y mis secuaces toman a la muchacha y la colocan en el centro de la estrella de cinco puntas.

- ¡Suéltenme! - la pobre muchacha se remueve intentando liberarse de las manos de los fantasmas.

- Hoy, en el sagrado día de los muertos, te hago a ti Santa Muerte, una ofrenda de paz, por todo lo que me has dado hasta ahora, mi dios. Yo una pobre esclava de tu voluntad, quiero volver a habitar el mundo terrenal, te pido a ti en este día de honra hacia mi especie, la indulgencia de una nueva vida. A cambio te ofrezco el alma de este pobre pecador, que voluntariamente desea pasar el resto de su eternidad en el purgatorio. - Tate da un paso y se coloca en el centro de la estrella junto a nosotras. - Oh Santa Muerte, haz que recaiga en mi el peso de tu voluntad.

Poco a poco veo como el cuerpo de Lily comienza a temblar, un grito ahogado se escapa de sus labios antes de caer rendida hacia el suelo junto a nosotros.

Rápidamente, Tate la toma entre sus brazos para amortiguar su caída. Suavemente la recuesta sobre le piso dentro de la estrella. Tiene su cabeza entre sus piernas y acaricia suavemente su rostro al tiempo que sus lágrimas caen sobre su piel.

- Lo siento tanto. - dice entre sollozos, al tiempo que se abraza a su cuerpo inerte. - Lo siento Lily, jamás debí hacer esto, no lo vale. No lo vale, no lo vale. - repite como un mantra con la cabeza en su cabello.

Tate

- No lo vale. - me escucho decir una vez mas.

"No lo vale" Busco el sentido de mis palabras pero resuenan vacías, esperando a encontrar significado.

No lo vale. Aún tienes tiempo. Puedes revertirlo. Mi mente analiza y llega a una resolución. Todavía puedo parar todo esto.

Hayden danza alrededor del cuerpo de Lily, a medida que se acerca el momento de tomar su lugar. Inmediatamente la empujo hacia fuera del círculo, pero choca contra una pared invisible.

- ¿Que demonios crees que estas haciendo? - una poseída Hayeden me pregunta. Tiene los ojos teñidos de negro y una sonrisa macabra se le dibuja en la cara.

- Tu no vas a tenerla. - le digo desafiante y lanzo por los aires una de las velas del círculo rompiendo el campo de fuerza.

- ¡No! - El grito de Hayden resuena por todo el ático, que poco a poco es absorbido por las llamas de la vela caída.

Lily sigue tendida a mis pies sin moverse. Chequeo su pulso, para ver si todavía respira. Gracias a dios esta viva.

- Lo lamento Santa Muerte, pero ya no soy voluntario para el purgatorio. Llévate a Hayden. - digo por las dudas antes de arrastrarme fuera del círculo junto con Lily.

Las velas restantes vuelan por todas partes creando un incendio mayor dentro del ático que se propaga con mucha rapidez. Tengo que sacar a Lily de aquí.

Me la cargo al hombro y comienzo a escapar de las llamas, pero una mano me agarra por el tobillo derribandome al suelo.

Doy una mirada hacia el costado y veo al hombre de goma que lucha frenético por escapar de las llamas que lo consumen. Ver aquél traje consumiendose dentro del fuego me produce un sentimiento de alivio y tranquilidad que jamás había experimentado en mi vida.

Me incorporo y vuelvo a cargarme a Lily para escapar de la estructura hecha a pedazos de lo que solía ser el ático.

Los gritos de Hayden me distraen por un segundo, sigue atrapada en el círculo de tiza y lucha por salir golpeando paredes de aire. Las llamas rápidamente recubren la circunferencia impidiendo que pueda ver que es lo que le esta sucediendo allí dentro.

Una explosión de algunas cajas a mi lado, me hace caer en la cuenta de que debo a sacar a Lily de aquí. A rastras arrojo a mi amiga por la pequeña escalera levadiza hacia la planta superior.

El impacto hace que Lily recupere la conciencia por unos segundos y luego vuelva a estar inconciente.

La arrastro por todo el pasillo e incluso por las escaleras, llevandola hasta el jardín. Puedo ver desde allí como las llamas lentamente alcanzan la primera planta. Lo ignoro durante unos minutos procurando alejar a Lily de la casa lo mas posible.

Recorremos todo el jardín delantero hasta chocarme con la acera. Arrojo el cuerpo de Lily lo más lejos posible del terreno de la mansión. La pobre rebota sobre la calle y una niña que anda en bicicleta inmediatamente corre a socorrerla.

Doy un largo suspiro aliviado de que por fin este a salvo y luego recuerdo de que Kevin todavía debe de yacer inconciente en el piso de la cocina que a estas alturas desprende humo.

Corro hacia la casa lo mas rapido que puedo y me sorprendo al ver a Ben cargando con el cuerpo de Kevin.

- Dámelo - le ordeno al Dr. Harmón como una madre desesperada.

Kevin pasa de sus brazos a los míos y corro hacia la entrada para liberarlo al igual que su hermana. Al arrojar el cuerpo fuera de la propiedad, veo como el cuerpo de Kevin choca contra la acera, pero su alma no se ha desprendido de mis brazos.

Oh no. Es lo único que puedo pensar. Esto no esta pasando. Las imagenes de Violet en la ducha vuelven a mí, acentúando aún mas la sensación de dejavú.

El ruido de sirenas de ambulancia se escucha a medida que el camión se acerca a la propiedad para ocuparse de Lily.

Simplemente observo desde el patio como los paramédicos intentan inútilmente devolverle la vida al corazón de Kevin.

- ¡Kevin! - Violet grita detrás de mí.

Lo que hace que me voltee a verla aún con el muchacho en mis brazos.

-¡Eres un monstruo! - me grita al tiempo que las lágrimas caén por sus ojos.



AHS: MURDER HOUSEWhere stories live. Discover now