Capitulo 14

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Narra Lizzie

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Narra Lizzie

Lydia se acerca y me abraza así que yo hago lo mismo.

—¿Qué es eso tan urgente Lydia? –pregunto, los dos chicos que están aquí solo me observan.

—Hay unos doctores del miedo que están creando quimeras, pero si ven que no sirven las matan, ahora tienen a un beta de Scott y una quimera llamada Hayden en un sótano y necesito que acompañes a Theo por ellos.

—Lo acompañaré, ¿Pero en dónde están los demás?

—Están buscando a los chicos que te dije, pero no tienen señal y tardarán mucho en llegar y puede que sea tarde –responde.

—¿Entonces que esperamos? –volteo a ver a los chicos pero ninguno se mueve– ¿Quién es Theo? –pregunto y el chico de cabello café y ojos verdes alza la mano– ¿Y qué esperas? –vuelvo a preguntar.

El parece entrar en sí y sale de la casa conmigo siguiéndolo, me hace una seña para subir a una Toyota Highlander azul. Me subo en el asiento de copiloto y él en el de piloto, empieza a manejar, hubiera hecho un viaje sombra pero no sé a donde vamos.

Se nota que quiere decir algo pero no lo hace hasta después de aproximadamente 20 minutos.

—¿Qué eres? –me he dado cuenta que cuando se pretende al mundo sobrenatural no les importa saber tu nombre, sino que ser sobrenatural eres.

—Eso no debería importarte –The, como dijeron que se llama, no me genera mucha confianza por lo que respondo cortantemente.

—Solo era curiosidad –dice con la vista en la carretera– Yo soy un hombre lobo.

—¿En serio? –digo con burla–. A mi no me puedes mentir niño bonito —veo como traga saliva difícilmente.

—¿De qué estás hablando? —inquiere aparentando tranquilidad, algo que no logra al darme cuenta que aprieta con fuerza el volante y empieza a desprender nervios—. No te miento –gracias a la bendición de Hades puedo distinguir fácilmente cuando alguien miente, después de todo a Hades no le pueden mentir.

—¿Entonces los demás no saben que eres una quimera? —por suerte traía el cinturón porque él frena en seco ante mi pregunta. Lo miro con una ceja alzada.

—Eso no es cierto –responde mientras vuelve a manejar y enciende las luces de la camioneta al ya haber anochecido.

—Sé reconocer a una cuando la veo –eso es muy obvio, me crié en el Olimpo y una quimera es un ser de la mitología griega.

Él no dijo nada después de eso, seguramente pensando en que podría delatarse a sí mismo y yo no tenía nada más que decir, lo que su silencio me confirmo, es que los demás no saben que él es una quimera.

Diez minutos después aparcamos en una casa bastante deteriorada y vieja. Theo baja y yo imito su acción para seguirlo en silencio.
Todo está lleno de polvo, una pared estaba rota. Comenzamos a bajar al sótano.

Semidiosa Swan «E.C & J.H» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora