Después de eventos desafortunados, Elizabeth Swan y Isaac Lahey, van a Forks tratando de alejarse del mundo sobrenatural. Sin embargo, no esperaban encontraste con un grupo de chicos de ojos dorados, quienes pondrían su mundo de cabeza mucho más de...
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Narra Lizzie
El molesto sonido del teléfono retumba en mis oídos. Jasper y Edward fueron a cazar, así que me tengo que levantar para contestarlo.
Del rápido movimiento que hago, siento un dolor en mi entrepierna. Ayer fue una de las mejores noches de mi vida, pero eso no quita que ahora sufra las consecuencias. Camino y poco a poco el dolor va desapareciendo, lo bueno de sanar rápidamente.
—¿Quién se atrevió a despertarme? —digo entre un bostezo.
—¿Tuviste buena noche? —escucho la voz burlona de Isaac.
—¿Enserio, Isaac? ¿Para eso me llamas? —cuestiono con irritación.
—Si estás tan casada significa que sí —dice con burla. Suelto un bufido y oigo como él se queja porque Alice lo golpeo—. Esta bien, tienen que regresar.
—¿Por qué? —digo regresando a recostarme en la destrozada cama.
—Alice tuvo una visión. Los neófitos vienen en cuatro días. Bueno ahora son tres días —dice con preocupación, creo que es bipolar.
—Estaremos ahí en un rato —.
—Enserio, Lizzie, regresen pronto. Los esperamos en el campo, entrenaremos y sobretodo tiene que estar presente Jasper.
—¿Por qué él? —siento mis párpados más pesados, así que cierro mis ojos.
—Él tiene experiencia con neófitos —hace una pausa— ¡Y no te duermas! —yo abro los ojos sobresaltada por el grito de Isaac.
—Estaremos ahí —digo y cuelgo.
Me levanto y voy al baño a darme una ducha. Sin duda, Isaac ha cambiado mucho, pero me alegra como es y, sobre todo, me siento feliz de que esté en mi vida.
Termino de ducharme y me envuelvo en una toalla para salir y caminar hasta el armario. Elijo unos jeans negros, una blusa azul marino de manga larga con un pequeño escote en la parte de enfrente, y unos botines negros con un poco de tacón.
Volteo y veo todo el desastre qué hay en la habitación. No sé exactamente cómo lo hago, pero de un momento a otro, todo empieza a arreglarse.
Bajo a la cocina y me preparo un sándwich. Al menos Isaac pensó en que iba a tener hambre. Empiezo a comerlo, justo cuando llegan Jasper y Edward. Ambos entran riéndose y creo que siguen mi olor, porque llegan a la cocina. Se acercan y me dan un corto beso para después sentarse frente a mi, mirándome fijamente. Trago el bocado y tomo un poco de jugo antes de hablar.
—¿Pasa algo?
—¿Cómo dormiste? —pregunta Jasper.
—Bien ¿por qué? —ellos se miran y asienten.
—No hemos hablado de esto Lizzie, pero, ¿enserio no nos quieres en tu manada? —pregunta. Realmente no esperaba que preguntaran eso.
—Amm, no es eso. En realidad, yo no quiero que se separen del Clan Cullen —digo sinceramente—. Son su familia, además, formen parte de mi manada o no, siempre estamos y estaremos juntos.
