Capítulo 4

16.5K 1.2K 37
                                    

La última clase había comenzado, por lo que Isaac y yo nos tuvimos que separar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


La última clase había comenzado, por lo que Isaac y yo nos tuvimos que separar.

Por más que intenté convencerlo de irnos a casa, se negó, por lo que ahora me encuentro con Bella, quien me reclama su asiento.

―No sabía que era tu lugar. Me dijeron que podía sentarme aquí ―y era cierto, pues Edward, uno de los vampiros me lo dijo hacía tan solo unos cuantos minutos.

―Ahora sabes que es mío, así que dame permiso.

Lo que menos quería era pelear, en especial con mi hermana, así que solo me encogí de hombros y tomé mis cosas para levantarme, sin embargo, la mano fría de Edward me detuvo.

Pequeños escalofríos me recorrieron, provocando que me tensara, al parecer él lo notó, porque quitó su mano con delicadeza.

―Hay más asientos ―dice con dulce y aterciopelada voz.

Después el profesor entra, deteniendo su mirada en Bella y en mí. Nos pregunta que es lo que sucede, por lo que me presento y explico la situación. Luego de un par de miradas retadoras por parte de Bella, el profesor le pidió que se sentara en otro lugar.

―Bueno, Edward, ya sabes mi nombre ―digo con una sonrisa y volteo a ver al frente.

Una punzada en mi cabeza hace que me desconcentré de la clase. Miro a Edward, quien alza la mirada, y cuando sus ojos se cruzan con los míos, siento como mis ojos quieren cambiar de color, así que los cierro y giro mi cabeza.

Después de que el dolor sigue constante, me percato de que él es quien quiere entrar en mi mente, por lo que la bloqueo por completo, aun cuando eso me impida hablar con Isaac más tarde. Cuando me doy cuenta, Edward está haciendo una mueca de dolor.

―¿Te encuentras bien? mi preocupación es tan ilógica considerando que sé lo que tiene.

―Si, solo un pequeño dolor de cabeza ―muestra una sonrisa haciendo que ahogue un suspiro. Sus ojos tienen un brillo extraño que me parece fascinante.

―Creo que... tenemos que hacer la actividad ―el lado bueno de mi parte lobo, es que pude escuchar lo que decía el profesor y estar hablando con Edward al mismo tiempo.

―Las damas primero ―sonrío. Veo por el microscopio, dándome cuenta de que había acertado.

―Prefase ―digo mientras alejo el microscopio.

Mientras el observa, miro rapidamente las demás muestras, sabiendo cual es cual, comienzo a anotarlas lentamente.

―¿Así... que te gusta la lluvia? ―suelto una pequeña risa―. ¿Qué?

―Hay al menos más de cincuenta temas para iniciar una conversación y tú me preguntas sobre el clima ―explico con una sonrisa―. Pero respondiendo a tu pregunta, sí, me gusta la lluvia. El calor me resulta demasiado agobiante, así que prefiero el clima frío.

―Estoy de acuerdo contigo ―se queda callado unos segundos, tal vez pensando en lo que dirá a continuación―. ¿Por qué te mudaste? Si no es indiscreción.

―Mi madre quería que visitara a mi padre.

―Escuché que antes vivías en Beacon Hills ―me tenso un poco.

―Viví un año allí, pero luego volví a Nueva York ―veo la última muestra―. Es metafase ―no lo anoto por que ya lo había hecho. Después el profesor viene y revisa la hoja.

―¿No cree que debería dejar que su compañera también haga parte del trabajo? ―la risa de Bella se escucha por lo bajo.

―En realidad ella hizo tres de las cinco.

―Siendo profesor, no debería de subestimar a sus estudiantes ―el profesor hace una mueca anteblo que he dicho.

―Entonces... creo que está bien que estén juntos ―después de eso, no le volví a hablar a Edward. Esperé que el timbre sonara para salir rápido del salón.

Me resulta abrumador pensar en Allison, sabiendo que no pude buscar alguna forma para ayudarla. Recuerdo que traté de acercarme para tratar de curarla con la bendición de Apolo, pero ya era tarde, cuando se está al borde de la muerte sólo tienes que dejar seguir su ciclo y no intervenir.

Por lo menos su muerte y la de Aiden no fue en vano y eso de alguna forma, es reconfortante.

Estuve por cinco minutos buscando a Isaac, pero no lo encontré, así que decidí esperarlo en el auto. Antes de llegar siento que me agarran del brazo bruscamente y volteo, dándome cuenta de que es Bella.

―Aléjate de los Cullen ―habla tratando de sonar amenazante. Muevo mi brazo, haciendo que me suelte.

―Bella, ¿dime por qué lo haría? ―ella se encoge en su lugar―. No eres su dueña y ni siquiera te hablan.

―Solo no les hables

―Bella, somos hermanas ―dije―. Las peleas de niñas pequeñas ya deben de terminar, ¿no lo crees?

―Tú no eres mi hermana

Iba a contestar cuando un chirrido nos sobresalta. Todo pasó muy rápido, empujé a Bella para que no le pasara nada. Sentí mis ojos cambiar y cuando iba a detener la camioneta siento que me sujetan de la cintura.

Mis ojos vuelven a la normalidad y volteo para encontrarme a Edward y Jasper, ambos me sostienen de la cintura y una de sus manos está en la camioneta, causando una gran abolladura. Mis ojos se cruzan con los de Jasper y los cierro rápidamente al sentir mis ojos cambiar, tal cuál como pasó con Edward.

―¿Estás bien? ―preguntan al unísono.

―Lo estoy ―me dejan con delicadeza y se van. Después llega Isaac y me abraza.

―Creí que te perdía ―dice con los ojos cristalizados.

―Estoy bien, recuerda que puedo.

―Lo sé , creo que es el sentimiento ―asiento mientras lo abrazo.

Minutos después una ambulancia llegó y atendieron a Bella, yo les dije que estaba bien pero aún así me llevaron al hospital.

Espero les guste

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Espero les guste.

Saludos a todos.

Jocelyn C.

Semidiosa Swan «E.C & J.H» Where stories live. Discover now