Después de eventos desafortunados, Elizabeth Swan y Isaac Lahey, van a Forks tratando de alejarse del mundo sobrenatural. Sin embargo, no esperaban encontraste con un grupo de chicos de ojos dorados, quienes pondrían su mundo de cabeza mucho más de...
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Los ojos de la castaña se cristalizaron al ver a sus dos bebés en las cunas. Ambos se encontraban dormidos. Se veían tan iguales, pero al mismo tiempo tan diferentes.
—Son hermosos —con su dedos tocó el rostro de cada uno.
Sus compañeros y, Bree y Claire la observaban con una sonrisa. Para la castaña era un momento muy emotivo.
Nunca se había puesto a pensar en su quería ser madre. Solo una vez, y sabía que su padre la ayudaría, pero ahora Charlie Swan ya no estaba.
Ella quería que su padre conociera a sus hijos. Pero no podía. Los niños pequeños no podían pasar las barreras que había hacía los campos Elíseos. Tendría que esperar un tiempo.
—¿Cuáles son sus nombres?
—Hay que decirles a todos —Lizzie sostuvo a uno con mucha delicadeza, tratando de no despertarlo, aunque en cuanto estuvo en los brazos de su madre, él pequeño despertó.
Bajaron las escaleras con los dos bebés. Llegando a la estancia Cullen, donde todos los presentes se sentían ansioso por saber cuáles era los nombres de los nuevos integrantes.
—Familia, queremos presentarles a... —mostró a la hermosa niña que parecía estar dormida, aunque solo era para visualizar a los presentes en su mente.
<<Allison Cullen Swan —la bebé sonrió en cuanto escuchó su nombre. Sus mejillas se tiñeron levemente de un tono rosado. El poco cabello que tenía, eran rulos rubios muy bonitos.
Jasper miró a la castaña, la cual asintió, haciéndole saber, que él fuera quien presentara al otro pequeño.
—Y este pequeño es Charles Cullen Swan —el pequeño niño tenía muchas similitudes con su hermana, sólo que el cabello que tenía, era de un color castaño, con unos pequeños toques de cobrizo. Los dos pequeños eran una extraña pero hermosa combinación de los dos vampiros y la alfa.
Todos se sintieron alegres y con un poco de nostalgia al recordar al jefe Swan. Jasper y Edward habían propuesto los nombres, sabían que eran de personas importantes para Lizzie y que ella se sentiría feliz.
—Lizzie —una voz llamó la atención de todos los presentes. Lizzie borró su sonrisa, sabiendo que le pediría ayuda.
—Chris, sé para que llamas —Argent vió a los dos bebés en los brazos de los compañeros de la castaña, se arrepintió de haber hecho el mensaje Iris, pero ya era tarde.
—Hay una nueva cazadora, Tamora Monroe. Algo está pasando en Beacon Hills y Gerard quiere eliminar a todos los sobrenaturales.
—¿Cuándo no pasa algo en Beacon Hills? —el sarcasmo fue bastante evidente en la alfa.
—Scott fue a hablar con ella.
—¿Solo? —Argent asiente, tenían que hablar rápido, pues el mensaje Iris no duraría mucho tiempo—. ¿Dejaste ir solo a Scott con una cazadora? Ellos no son como tú, Chris —Isaac quería intervenir, pero sabía que Lizzie empezaba a enojarse, y eso no era bueno.
