Capitulo 29

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Narrador Omnisciente

Todos los vampiros, metamorfos y hombres lobo, se encontraban reunidos en medio del bosque para ser instruidos por los gemelos Vulturi, sobre todo en lucha cuerpo a cuerpo y el uso de sus dones.

—Hay tres cosas que deben saber —Alec se encontraba delante de todos—. La primera; conocer al enemigo. Dejen que den el primer golpe, no importa si es con su don o físico. Al usar su don, es una forma de defenderse, lo que quiere decir, que su lucha cuerpo a cuerpo no es buena, y si es el caso contrario, hay dos opciones; su don no es útil, o es muy peligroso y lo utilizará para dar la estocada final.

—La segunda cosa que deben saber; No subestimen al enemigo. Cuando menos se den cuenta, terminarán sin cabeza —la rubia Vulturi sonrío con burla ante sus propias palabras.

—Tercera y la más importante; Nunca duden. Siempre deben de estar seguros en atacar, si no lo están, podría ser su perdición —los gemelos Vulturi hicieron parejas para que todos entrenaran.

La mayoría, eran con quienes se llevaban y conocían mejor. Tratando de ver si cumplían la tercer "regla" que les habían dicho.

Lizzie entrenaba y trataba de que su manada diera el mejor esfuerzo. Sin contar a Bree y Claire, ya que Edward, Jasper y ella, no querían que ellas estuvieran en la pelea, por lo que se quedarían resguardando a Noah.

Isaac se encontraba junto a Alice en la pequeña casa que Carlisle y Esme les habían regalado como regalo de bodas. Era de dos pisos, y muy linda.

Nadie se esperaba que Lizzie se encontrara en el suelo, gritando de dolor. Por un momento pensaron que la rubia Vulturi lo había hecho, pero se dieron cuenta que no era así.

Carlisle se acercó rápidamente, al igual que los compañeros de la castaña.

—¡Duele! ¡Duele... mucho! —se quejaba y gritaba de dolor.

—Carlisle, haz algo —el rubio Hale trataba de enviar calma a su compañera, sin obtener éxito. Incluso parecía que el dolor se incrementaba cuando trataba de influir su don en la castaña. Segundos después, la diosa lobo quedó inconsciente.

—Llevémosla a casa —a velocidad sobrenatural, el cobrizo cargó a su compañera hasta la casa Cullen, seguido por el rubio, ya que prácticamente ellos son los más rápidos de la familia, estuvieron en pocos minutos en el consultorio de Carlisle Cullen.

—Tenemos que hablarle a Isaac.

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Semidiosa Swan «E.C & J.H» Where stories live. Discover now