Después de eventos desafortunados, Elizabeth Swan y Isaac Lahey, van a Forks tratando de alejarse del mundo sobrenatural. Sin embargo, no esperaban encontraste con un grupo de chicos de ojos dorados, quienes pondrían su mundo de cabeza mucho más de...
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Narrador Omnisciente
Los dioses lobo se calmaron en un par de minutos. Ambos chicos sabían que no resolverían nada llorando.
Se separaron de los hermanos Vulturi y se acercaron a sus compañeros. Isaac apretó la mano de Alice en un intento de sentirse seguro. Lizzie hizo lo mismo con Jasper y Edward.
—¿Qué es lo que necesitan? —Jane replicó sobre que no era el momento— Estoy bien, estamos bien —Isaac apretó más fuerte la mano de Alice y asintió concordando con su hermana.
—Quiero decir que no teníamos conocimiento sobre lo que pasaba en Forks —habla la pequeña rubia después de unos minutos—. Los Vulturi requerimos de su ayuda y todo aquel que se una para una batalla que sabemos, será inevitable.
—¿Batalla contra quién? —inquiere Carlisle.
—El Clan Rumano se está uniendo con varios Clanes del continente Asiático para destruirnos —explica Alec.
—Pensábamos que ya no existía —se siente cierto pesar en la voz de la rubia Vulturi—, pero al parecer quedaron un par de miembros.
—¿Han hablado con Hades?
—Aro habló con él, dijo que nosotros lo solucionáramos —Alec responde la pregunta de Lizzie.
Los dioses lobo miraron a su manada y todos asintieron. Sabían que Hades se mostraría indiferente ante cualquier situación en el mundo mortal.
—Nosotros ayudaremos, avísennos cuando sea requerida nuestra presencia —dice Isaac y Jane sonríe un poco antes de hablar.
—Por lo que sabemos, faltan meses. Ellos todavía siguen formando su batallón, trataremos de terminarlo nosotros mismos, pero queríamos la seguridad de que ustedes estuvieran de nuestro lado.
Los Cullen miraron al patriarca del Clan y asintieron levemente. El patriarca estaba más concentrado en que terminara cuanto antes la plática para poder ayudar a Jacob.
—Pueden contar con el Clan Cullen. Cuando nos necesiten estaremos ahí, tenemos amigos que podrían ayudar.
Jane volteo a ver a todos los Cullen y hombres lobo, hasta que se dió cuenta de la neófita que estaba detrás de todos.
—Les falto una —los dioses lobo, hasta ahora, no se habían dado cuenta de la neófita que se encontraba unos metros detrás de ellos. Jasper instintivamente se separó de sus compañeros para acercarse a la neófita.
—Le hemos ofrecido asilo si se rendía —habla el patriarca Cullen.
—Tú no puedes hacer eso —la Vulturi posó sus ojos en la neófita, quien sentía un miedo indescriptible— ¿Por qué viniste? —la neófita cayó al suelo gritando de dolor— ¿Quién te creó?
—No tienes que hacer eso, te dirá todo lo que quieras —dice Esme.
—Jane... detente —la Vulturi hizo caso al chico Lahey y detuvo el tormento de la neófita.
