𝔄𝔪𝔬𝔯 𝔡𝔢𝔩 𝔪𝔞𝔰 𝔰𝔞𝔟𝔦𝔬

1.6K 203 1.2K
                                    

Capítulo dedicado a:
hazzastylinssonAalex28little-shit28CulodeLouissssazulbondi123tisianaaaaaboba_hpta_Los_ricitos_de_HazzGenStylinsonMayraRojas910

Capítulo IX

Amor del más sabio.

El chocar de las olas resonaba armonioso y llegaba a los oídos del demonio con tanta melancolía que le parecía lejano. Louis admiraba el paisaje del mundo humano como si fuera la primera vez, y en realidad, era la primera vez que lo veía en seis meses.

El tiempo transcurrió y se esfumó como un suspiro nostálgico perdiéndose en el viento, se escapó de entre sus manos con gran facilidad, y él no hizo más que dejarlo porque ansiaba con todo su ser que aquel reloj de arena que habían puesto su ángel y él sobre sus hombros se vaciara por completo, advirtiéndoles a ambos que el tiempo de su separación al fin había terminado.

El páramo en el que se encontraba parecía cobrar una belleza exquisita, nada quedaba de la playa de hace seis meses; con arena gris, un cielo oscuro y solitario, y olas ruidosas e impertinentes que les gritaban insultos. Nada de eso, en su lugar se mostraba rejuvenecida, el cielo más azul y brillante que nunca, las olas acompasadas y delicadas hacían resonar su presencia con amabilidad a la espera de su reencuentro, la arena se mostraba blanca y liviana. Todo el lugar reflejaba su tranquila espera, dulcemente ansiosa.

Y Louis, él estaba tan nervioso que si fuera un mundano ahora estaría viviendo un ataque de pánico, el latir de su corazón iba tan rápido y su respiración era tan irregular, que si necesitara respirar para vivir ahora estaría teniendo muchos problemas.

Sus manos se movían intranquilas alisando el traje negro que llevaba, se había reflejado en el agua varias veces ya, tratando de acomodar esos mechones de cabellos castaños que simplemente se alzaban con rebeldía. No entendía muy bien el porqué, pero quería –anhelaba– que su ángel lo viera con apreciación, como si de alguna forma pudiese verlo al menos un poco lindo, agradable a la vista.

Quería demostrarle lo mucho que había avanzado durante el tiempo que estuvieron separados, quería que Harry se sintiese orgulloso de tener a un compañero que ahora podía sonreír como cualquier otro. Uno que ahora podía sentir.

Caminó de un lado a otro cada vez más nervioso, ni siquiera había pensado en qué decirle cuando él apareciera, ¿debía saludarlo como antes lo hacían? ¿Estaba bien si lo abrazaba sin decir nada? Y lo que más lo perturbaba, Louis quería besarlo, ¿eso estaba bien? ¿A Harry le incomodaría o no querría hacerlo?

Eran tantas preguntas que se iba a volver loco.

Pero su mente quedó totalmente en blanco cuando sintió la fuerte presencia del ángel, llegaba hasta él como una brisa fresca que le advertía que la primavera pronto llegaría, con un claro olor a rosas que jamás podría confundir, nunca podría ni aunque quisiera.

Y al levantar la vista, ahí estaba él. Envuelto en su típico traje de blancos y dorados colores, con bordados verdes y rojos, la figura corpulenta y delicada de su cuerpo resaltando bajo las divinas telas. Sus ojos tan verdes como jades lo miraban con un sentimiento que Louis nunca podría describir, pero que lo entendía a la perfección. El viento hacía mover sus cabellos rizados –que antes había arreglado inútilmente– hasta revolverlos y enredarlos.

La Biblia de los BastardosWhere stories live. Discover now