¿Qué pasa cuando el amor llega a tu vida de forma inesperada?
Dulce, amable, cariñosa, pero a la vez tan rota e insegura, llego a mi vida causando en mi lo que nunca habia sentido antes y yo cause en ella lo que siempre había deseado causar en algu...
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— Estas hermosa —Dije sin ni siquiera pensarlo mientras sonreia, llevaba el cabello suelto y un vestido de color beige que hacia contraste con su piel palida.
— Gracias —Se sonrojo como siempre que halago algo que hace— Normalmente no me arreglo tanto porque me ensucio con las pinturas, pero es el primer dia y quise estar presentable, tu tambien estas guapa.
— Gracias, me he dado cuenta que no eres gran fan de cocinar, sin ofender y yo no soy muy buena en ello, por lo tanto estuve pensando que como aun queda una hora para llegar a la ceremonia podiamos comer en alguna cafeteria cercana a la escuela.
— Me has pillado, no me gusta mucho cocinar pero se hacer lo basico y al menos esta semana no has muerto por mi comida, hay una pequeña cafeteria frente a mi facultad y quedaria al doblar de la tuya, pertenece a la universidad pero es muy buena, ¿voy a agarrar mi bolso y vamos si?
Respondi de forma afirmativa mientras apagaba las luces y me dirigia a la sala, una vez juntas caminamos por el pasillo hasta el acensor, a pesar de vivir en un segundo piso supongo que ambas somos lo sufisiente mente flojas para no bajar por la escalera. Una vez llego el ascensor subimos, habia una mujer con una bebe en su cochecito y un niño pequeño que llevaba en su mano un biberon de jugo.
Sheila la saludo y me presento como su compañera de piso, al parecer antes de trabajar en la galeria fue niñera de este niño de unos 3 años.
Nos bajamos en el primer piso, me despedi con la mano de la señora Rosa y sus hijos, es nuestra vecina de arriba. Empece a caminar junto a Sheila hacia la universidad.
— Cuidado —Casi grito Sheila agarrandome de la mano porque iba mirando en lugar y no vi el carro que venia al cruzar la calle.
— Lo siento —Dije un poco aturdida y mire mi mano agarrando la de ella.
— No te preocupes, a todos nos ha pasado alguna vez
Cruzamos la calle agarradas de la mano, no negare que me senti como si tuviera 5 años y varias personas nos miraron pero no le tome importancia, al llegar al otro lado parece que se dio cuenta que aun me agarraba y me solto amablemente.
Caminamos por unos 10min mientras hablabamos de cualquier cosa sin sentido y entramos en la cafeteria, nada mas abrir la puerta pude sentir el delicioso olor a pancakes recien hechos.
— Me has traido al paraiso —Busque una mesa vacia con la mirada y me sente frente a Sheila.
— Te recomiendo los pancakes y el batido de helado, aunque a mi me encantan loas cosas dulces.
— A mi tambien asi que seguire tu consejo y pedire eso.
Hicimos nuestra orden cuando vino el mesero y en 5minutos teniamos esa delisiosa comida en la mesa.
— ¿ Puedo hacer un foto a todo? Le prometi a mi prima que le enseñaria el lugar donde viviría.
