Capítulo#18

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Ana:

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Ana:

Pude sentir a Shei tensarse en el momento exacto en que mi cabeza toco sus muslos, pero igual no me levanté.

Hope intentó sentarse a mis pies ya que este sofa tiene la mejor vista al televisor pero le di una patada suavemente por lo que bufando se fue al otro sofá al lado de su madre.

— ¿Entonces mañana irán de compras?

— ¡Si! Necesitamos ropa para el cumpleaños de Sheila, Hope y yo planeamos algo está tarde, y también para Navidad.

— No es necesario hacer nada por mi cumpleaños.— No la estaba viendo a la cara, pero puedo intuir que está sonrojada, así que agarró su muñeca y la dejó caer sobre mi cabello, en casa siempre me acaricia el cabello.

— Claro que es necesario. —Mi tía me interrumpe antes de que pueda decir algo—Si vas a estar aquí celebraremos que cumples... Perdón mi mala memoria.

— 20 años. — Responde tímidamente y Hope se pone de pie.

— ¿Vez? No se cumplen 20 años todos los días, hay que celebrar.

Algo que me encanta de estar en casa es la energía que desprende Hope, tanto su personalidad como su forma de vestir, todo en ella grita alegría y felicidad por sus poros, es esa bombilla que nunca se apaga en los días oscuros.

Cuando tenía 8 años sus padres tuvieron un accidente de coche, lamentablemente su padre, mi tío, falleció, tía Lauren estaba devastada, pero Hope a pesar de ser tan pequeña siempre sonrió, dijo "A papá nunca le gustaba cuando estábamos tristes, por eso debemos ser felices, para que el también este feliz en su nuevo hogar"

En las noches se metía a mi habitación, aveces lloraba, los primeros meses, pero nunca dejó que nadie viera una lágrima, incluso a su madre le daba la mejor de las sonrisas. Y eso le dio la fortaleza necesaria para continuar, abrió su propia clínica y sigui adelanté, por ella y por Hope.

Salgo de mis pensamientos cuando Shei comienza a mover sus dedos por mi cuero cabelludo, es tan relajante la forma en que sus delicadas manos hacen eso, cierro los ojos y suelto un suspiro involuntariamente.

— ¡Hola familia!

La voz de papá hace que me levanté quedando sentada peligrosamente serca de Sheila, pero supongo que alguien (mi madre) le contó de nuestra conversación por teléfono porque sólo me guiña un ojo antes de agacharse para besar la mejilla de la castaña a mi lado y luego presiona sus labios en mi frente.

El resto de la noche transcurre tranquila, cenamos y vemos un rato televisión en el salón. Aunque todos estamos haciendo cualquier cosa menos prestarle atención a la televisión.

Hope está ensimismada en su teléfono, Lauren está intentando ver que escribe su hija en el teléfono, mamá y papá charlan sobre el trabajo y otras cosas irrelevantes, Sheila si observa la televisión y yo la observó a ella.

Esta sentada a mi lado en el sofa pequeño, su cabello cae a los lados de su rostro y esa sudadera de unicornio sólo la hace lucir infinitamente adorable.

— Creo que nos despediremos por hoy, mañana hay que madrugar para el trabajo.

Observo el reloj y son apenas las 10 de la noche, pero papá siempre se levanta temprano.

— Hasta mañana papi.

Me pongo de pie y le abrazo, el me corresponde, pero me susurra que quiere preguntarme algo. Así que con la escusa más tonta del mundo nos vamos a la cocina, al parecer es el nuevo lugar donde hablar en esta casa.

Siento pasos por las escaleras, por lo tanto estamos solos en la planta baja de la casa.

— ¿Un pajarito me contó que te gusta Sheila ?

Directo al grano. Mis mejillas se calientan como pocas veces pasa y evitó hacer contacto visual.

— El pajarito es mamá y si... Me gusta ella. En verdad lo hace, no es curiosidad o dudas.

— Ya eres lo suficientemente grande para tomar estas desiciones mi niña, solo no quiero que te hagan daño como en el pasado.

— Eso no volverá a pasar, lo prometo, Sheila no es así para nada.

— Lo se cariño, la he visto mirándote disimuladamente en la cena, no la conozco mucho, pero tu madre me ha contado de todas las veces que han hablado, y es una buena chica, pero si le hace daño a mi bebé se las verá conmigo.

Me río abrazandolo y deja besos en mis mejillas como cuando era una niñita.

— Ahora sube y descansa, tu prima probablemente te despierte a las 6 de la mañana porque no podrá esperar para irse de compras.

— Es probable que lo haga, hasta mañana papá, dulces sueños y gracias por apoyarme.

Hablamos unos minutos más, le digo hasta mañana y me despido de mi madre cuando paso frente a su habitación, le gritó dulces sueños a mi tía y paso a la habitación de Hope.

La arropo con el edredón como si fuera una bebe sólo para molestarle, pero parece que lo disfruta así que sonrió y le abrazo.

— Mañana iremos a las 10.

— Si me despiertas a las 6 de la mañana Hope Adams, tu y tu rata van a dormir en la calle.

— Que mala, y no es una rata.

— Es un cuy —Termino por ella y le doy un sonoro beso en la mejilla—Descansa.

Salgo de su habitación cerrando la puerta y voy a la mía, nunca en la vida me preparé para estas vistas.

Shei está acostada en el lado derecho de mi cama, tapada con mi manta de ositos que usaba cuando vivía aquí, su nariz está roja por el clima y parece concentrada tecleando en su celular, cuando siente el click de la puerta al cerrarse sus ojos van directo a los míos.

Deja su teléfono a un lado y gatea hasta el borde de la cama, avance los pocos pasos que me faltaban quedando justo frente a ella, de pie junto a la cama.

— Extrañe hacer esto.

Y sin previo aviso sus manos estaban en mis mejillas y sus labios sobre los míos.

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She is my Girlfriend ©Where stories live. Discover now