Capítulo#12

838 64 4
                                    

Sheila:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sheila:

Nuestra despedida en el aeropuerto realmente fue dramática, Carol aún estaba sensible por lo de la cadena, así que terminamos las tres llorando mientras abrazabamos al único chico del grupo.

La máscara de pestañas de Ana no era a prueba de agua... Kenny volvió a casa con una mancha negra en su perfecto chaleco blanco.

Una vez en el aciento del avión sonrió, nunca había montado un avión.

— ¿Y esa sonrisa?

Ana fruncio el seño mirando a la chica que estaba a unos acientos de nosotras, pensaba que la estaba mirando? Creo que ya estoy imaginando cosas.

— Nunca he montado un avión.

La madre de Ana insistió en pagar también mi pasaje, aunque me negué un montón de veces, terminó haciéndolo. Pero no eligió los boletos en clase normal, ella desidio elegir en primera clase, así que sólo hay dos acientos por fila.

Debo agradecerle mucho una vez estemos en Minessota. También llevo regalos para la familia de Ana y espero poder conocer a Hope.

— ¿Como que nunca has montado un avión! —Dijo la pelinegra como si fuera algún tipo de delito.— Siéntate en mi lugar, así puedes ver por la ventana más de serca.

— No es necesario.

Ana:

Dijo que no era necesario pero sus ojos dicen todo lo contrario, así que me pongo de pie, el avión aún no ha arrancado. Aún suben pasajeros.

— Vamos siéntate aquí.—Señalo el lugar con mis dos manos como si fuera lo mejor del mundo.— No seas tonta y disfruta, y deja de preocuparte de que mi madre haya pagado el boleto.

Sus mejillas de volvieron rojas y asintio cambiando de lugar, me senté donde estaba ella antes.

Aquí adentro no hace tanto frío, quiere mi bufanda de un tirón, si, soy toda delicadeza, y la puse sobre mis muslos hecha una bolita.

— Deberías doblarla para que no se estruje.

— Leí que las arrugas son lo último en modas.

Hizo un movimiento extraño con sus labios, el mismo que hacía siempre que la molestaba con algo. Me reí poniendo mi mano en la parte de atrás de su cuello para atraerla hacia mi.

— Eres linda cuando haces eso.

Y sin darle tiempo a responder mis labios se estaban moviendo sobre los suyos.

Hay algo adictivo en besarla, es como si no existiera nada más, al menos yo me siento así.

Sheila es única, es tímida y tierna, pero tiene un estante lleno de libros que no deberían ser para todo público. Se sonroja por todo, pero entiende los chistes con doble sentido que hace Carol. No se con exactitud que le paso hace unos años, pero no deja que su pasado dicte su futuro. Ella es perfecta.

Hasta cuando duerme es hermosa, y su cabello siempre huele a fresas, estuve a punto de tirar su champú a mi maleta sólo para sentir ese olor cada vez que estuviera sobre mi cama, pero me contuve. Espero que Hope tenga uno en casa.

— Señoritas.

Un toque en mi hombro hace que suelte a Sheila, me separo lentamente y abro los ojos. Miro a la azafata que nos sonríe amablemente.

— Necesito que se pongan el cinturón de seguridad por favor, ya vamos a despegar, si necesitan algo no duden en llamar.

Nos vuelve a sonreír antes de desaparecer por el pasillo.

Escucho el click del cinturón de la chica a mi lado y hago lo mismo.

— Que vergüenza. —Cubre con su rostro con sus manos.

— ¿Te avergüenzas de besarte conmigo Sheila? —Enfatizó su nombre mientras enarco mis cejas.— No pensaba eso de ti.

— Nooo, me avergüenzo de que nos regañara por estar besandonos en vez de abrochar nuestro cinturón.

Rápidamente explica sonrojandose aún más y yo suelto una risita besando la punta de su nariz.

— Aveces la tonta eres tú.

Finge estar molesta cruzando sus brazos, pero el sonido del avión moviéndose hace que gire la cabeza hacia mi, veo el miedo en sus ojos así que pasó mi mano sobre sus hombros, la azafata dice el típico procedimiento que no nos va a salvar si se cae el avión y anuncia que estas despegando.

— Es normal, no pasa nada, pero si vas a vomitar que no sea encima de mi por favor, traje tus pastillas por si tenías náuseas.

—Creo que me vendrían bien ahora.

— ¡Oh! Si si déjame buscarlas.

Supuse que ella lo olvidaría, así que las saque de mi mochila de mano y se las pase con la botella de agua que nos dieron al subir.

Apoyo su cabeza en mi hombro y cerró sus ojos, puedo ver la sombra de glitter rosa sobre sus párpados, es tan clarita que si no estuviera tan cerca ni siquiera la notara, sonrió apoyando mi mejilla en su cabello.

No se que somos, pero no quiero dejar de serlo nunca.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
She is my Girlfriend ©Where stories live. Discover now