She is my Girlfriend ©

Extra#4 La Playa

Sheila:
Siempre sera un placer tener a Ana retorciendose sobre mi cuerpo, pero esta vez, esta vez simplemente se supera.

***
 
—  ¿ No podemos simplemente tomar un avion e irnos a Hawai?

 —  ¿Que?

Suelto el pincel con el que estaba pintando, manchando el suelo de mi estudio de un perfecto rojo brillante, ella se agacha a recogerlo a la misma vez que yo y nuestras cabezas chocan.
Suelto una risa a la vez que ella hace una mueca, deja el pincel junto a los otros y me ve de arriba a abajo descaradamente.
 
—  En serio adoro tu pircing, como se ve a travez de la camiseta.

Sus manos van directo a mis pechos pero doy un paso atras, eso le hace fingir indignarse mientras se cruza de brazos.

 —  ¿Que decias de hacer una escapada romantica?

 —  Ultimamente no pasamos mucho tiempo juntas.   — Le doy una sonrisa triste, paso mis brazos alrededor de ella mientras entierro mis dedos en su pelo, acariciandole.  —  No te sientas culpable, no es tu culpa.

He estado viajando de un lado a otro, al igual que ella, pero por desgracia no fuimos a los mismos lugares.

Mientras yo estuve en una exposicion de arte en Australia ella estaba en España conociendo a algunos lectores de alla cuando su libro fue traducido al español.

Estuvimos serca de 1 mes sin vernos, y aunque hablabamos todos los dias no fue lo mismo que ternerla a mi lado.

Y ahora que hemos vuelto a casa, pues entre el trabajo y nuestras responsabilidades con suerte cenamos juntas antes de ir a dormir porque el cansancio nos mata.

Pero aunque no todo sea como nos gustaria, nos amamos. Cuando despierto, y la veo ahi, dormida, su cabello negro esparcido en la almohada y su perfecto cuerpo debajo de las sabanas, tranquila, en paz, comoda, no puedo dejar de pensar en cuan feliz me hace estar con ella.

 —  Vamonos a Hawai entonces.   — Chillo dando saltitos contra su cuerpo  —  Se que ya compraste los boletos.
Me una mala mirada y los saca del bolsillo tracero de sus jeans.

 —  ¿Como? ¿Hope se chivo? ¿Acaso fue Daniels?

 —  Calmate mama oso.   — Golpeo con mi dedo su frente  —  Me llego una notificacion del banco porque usaste targeta conjunta en vez de la tuya propia.

 —  Les denunciare por arruinarme la sorpresa.

Giro los ojos, ella aprovecha que estoy distraida para darme una nalgada y salir  corriendo. Niego recogiendo mis pinturas para que no se sequen, una vez todo organizado, me concentro en la chica sexy que esta esperandome en una bañera con espuma.

***
 
—  No puedo creer que estan en Hawaii! No saben el susto que pase cuando llegue a su casa y no habia nadie por ningun lado.

Ana se rie del sufrimiento de Carol, mientras yo me apiado un poco y le explico todo.

 —  Entonces por eso estamos aca.

Finalizo dejando el telefono sobre la cama de la habitacion. Estamos en una de estas cabañas, que son cercanas a la playa, bueno, tecnicamente estamos sobre la playa.

 —  Se merecen el tiempo a solas, disfruten y no tengan sexo en lugares publicos como suelen hacer.

 —  Callate, no hacemos eso. — Presiono colgar cuando escucho que toma aire dispuesta a soltar argumuentos.

Mis mejillas se ponen rojas, y Ana finge un escalofrio. No es que nos guste hacer cosas en lugares publicos, es mas que es cuando se da el momento, aunque bueno, en mi mente si puedo admitir que me da adrenalina que tal vez alguien aparezca.

Tener una novia ruidosa es genial.

Aunque ya estamos casadas, le sigo llamando novia aveces, hace esa cosa tonta con su boca cuando le llamo asi que me dan ganas de hacerlo mas seguido.
 
—  ¿Te molesta que me ponga esto para la cena ?

Son las 4 de la tarde, y dado que vinimos todo el viaje en avion durmiendo, no almorzamos, pero antes debiamos ponernos ropa mas playera. No creo que unas chicas con jeans, abrigos y gorritos se verian bien en una cosa playera.
 
—  Vas a estar muy, muy atractiva con eso.

Juega con la prenda en sus manos.

 —  Si crees que muestra mucho, puedo usar otra cosa.

Niego con la cabeza, aveces todas las personas dudamos, aveces me siento insuficiente para pintar, incluso para ella , pero hay pequeños detalles en su persona, cositas que aveces me probocan querer abrazarla.

Paso mi dedo por la cicatriz en su abdomen cuando queda en sosten.
 
—  Siempre podras ser tu misma conmigo, aunque quieras salir desnuda a la calle, si es lo que te hace feliz, no te lo prohibiria.   — Le veo a los ojos  —  No seas tonta y ponte ese bikini, demosle envidia al resto de personas de esta playa.

Subo y bajo mis cejas de forma tonta lo que la hace reir. Confio en ella como para saber que esos ojos solo me miran a mi, al igual que los mios la miran solo a ella.

Cuando el bikini diminuto esta en su cuerpo, abrazando sus nalgas y pecho, suspiro, pero en serio suspiro con ganas. Rojo, es completamente rojo, haciendo que su piel se vea aun mas palida. El ligero vestido negro apenas le cubre, tal vez me plantee mejor lo de salir a la calle, justo ahora solo quiero escucharla decir lo mucho que le gusta cuando estamos a solas con poca ropa.

Pero cierro los ojos y purifico mi mente antes de volver a suspirar.

 —  ¿Como es posible que cada dia seas mas bonita?

 —  Tu mas tonta.

Observo mi traje de baño floreado debajo de los shorts de jeans, no es tan revelador como el de ella, pero es mas mi estilo.

***

 —  ¿Te gusto la cena?

 —  Nunca antes habia comido tanto pescado, estuvo rico.

 —  A mi no me gusto mucho.   — Hago una mueca, no volvere a ver a los peces de Cheryl de la misma forma.

Entrelaza sus dedos con los mios mientras caminamos en la horilla de la playa, ya esta oscuro y no se ve a nadie por aqui, las olas rompen contra las piedras suavemente.

El agua nos moja los pies, y tal vez estamos acostumbradas a temperaturas tan bajas que se siente normal, no frio como nos digeron que seria de noche.

Sin contenerme mas, veo a los lados antes de soltar su mano y agarrar sus cachetes para besarla intensamente.

La impresion le hace caer hacia atras, en el agua.

Mis manos le recorren con desesperacion.

Entre besos y besos el agua me moja a mi tambien, y esta tan pscuro que dudo realmente que alguien nos vea.
Ataco su cuello mientras ella mete sus manos dentro del sosten de mi trusa, realmente le gusta tocar el pircing, gimo contra sus labios a la vez que el viento hace que su cabello se desordene.

Justo se recuesta en la horilla, las olas rozando nuestros cuerpos, tendremos que quitarnos arena de todas partes, pero nunca antes me habia sentido asi.

Siempre sera un placer tener a Ana retorciendose sobre mi cuerpo, pero esta vez, esta vez simplemente se supera.

Cuando no puedo resistirme mas, comienzo a besarla en el cuello, nuestros muslos rozandose y si estuvieramos en la cama ya le hubiera arrancado la poca ropa que le queda.
Mi mano va a su cuello mientras ella se muerde el labio, sonrio dejando un beso en la punta de su nariz.

 —  ¿Lista para hacerlo por primera vez en la playa?

 —  Cuando quieras princesa.

Suelto una risita apartando la vista, por ilogico que sea me sonrojo, pero aun asi, con su bonito bikini puesto, terminamos haciendo sonidos no aptos para todo el publico.