Capitulo Catorce. 𝗛𝘂𝗿𝘁𝗼

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A la mañana siguiente, Katsuki se despertó al mismo horario de cada mañana, apagando el sonido de su alarma que retumbaba directamente en sus oídos, listo para levantarse y alistarse para salir a correr alrededor del campus como todas las mañanas, no obstante, en vez de empezar con su rutina matutina usual, este terminó por llevarse una sorpresa al encontrarse siendo abrazado por las dos personas con las que había dormido la noche anterior.

El omega se encontraba aferrado a su cintura, abrazándolo con tranquilidad mientras su cabeza reposaba sobre uno de los brazos de Katsuki, durmiendo pacífica y profundamente mientras sus fosas nasales eran inundadas por el refrescante aroma a limón que el alfa despedía cuando se encontraba tranquilo. Shoto por su lado, se encontraba acurrucado del lado derecho del alfa, con su cabeza apoyada en el pectoral del rubio mientras su mano reposaba sobre su abdomen, la madrugada anterior, a Todoroki se le había dificultado poder dormirse, por lo que bajo la perspectiva del rubio, era verdaderamente complicado que este llegase a despertar a la brevedad.

Maldijo en voz baja al percatarse de que se encontraba acorralado. Pero aún así, no hizo ademán alguno para intentar que estos se despertaran y liberaran su cuerpo para empezar su rutina a horario. Katsuki tenía esa posibilidad, sabía que de ser lo suficientemente molesto y ruidoso, lograría despertar a ambos sin importar la profundidad de sus sueños.

Sin embargo, no lo hizo.

Sino que tras ese pequeño descargo, se quedó observando el techo, reflexionando y pensando en cómo había terminado en una situación como esa. Hasta que finalmente, dos horas después, sus dos destinados despertaron y pudieron comenzar con su rutina juntos, como si no hubiese ocurrido nada.

—Lamento haberme dormido sobre tu brazo, Kacchan... —Hablaba un adormilado Izuku, con los cabellos revueltos y la mirada brillosa debido a que acababa de despertar— ¿Hace mucho que despertaste?

—... No, para nada. —Exclamó, observando con detenimiento la apariencia ajena.

Izuku esa mañana se veía particularmente tierno ante la mirada del rubio.

Horas después, una vez las clases habían terminado y se encontraba en su dormitorio de la residencia, Katsuki decidió ocuparse de aquel desastre que dejaron junto a los otros dos la noche previa, durante la mañana no había tenido tiempo para hacerlo por culpa de esperar a los otros dos (quienes además, se despertaron tarde), y siendo que ese día no tenía muchas cosas de las cuales encargarse, aprovecharía para volver a acomodar su recámara a como la tenía los días anteriores.

Debió entonces, levantar del suelo las sábanas que utilizaron como colchón, al igual que sus almohadas, las cuales terminaron por no utilizar ya que los otros dos prefirieron, en medio de su dormitar, utilizarlo a él como almohada personal viviente. Hecho esto, no quedaba más que doblar cada tela y dejarlas para lavar y cambiar las sábanas de su cama por unas nuevas, ya que las que tenía llevaban dos semanas de uso.

No obstante, fue en medio de la búsqueda por sábanas limpias que, sin querer, se percató de la ausencia de una de sus conjuntos de sábanas que regularmente usaba. Unas sábanas negras que había adquirido años atrás, y que con frecuencia utilizaba ya que estas eran sus favoritas.

—¿Dónde mierda están..? —Gruñó, empezando a buscar en su armario aquellas telas.

Sin embargo, durante esos diez minutos de búsqueda intensiva, no consiguió dar con ellas. Por lo que, con enojo y frustración, decidió ver en otros lugares del dormitorio para cerciorarse que alguno de los idiotas con los que compartió dormitorio, no hubieran movido sus cosas de lugar.

—Argh... ¡¿Quién carajo tomó mis malditas sábanas?! —Cuestionaba para sí mismo, deteniéndose en medio de su dormitorio, teniendo una vena marcada en su cuello de la molestia.

𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon