𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎

Capitulo Treinta y nueve. 𝗔𝗹𝗶𝘃𝗶𝗼

A lo largo de los días posteriores al desborde emocional del Shoto, este se mantuvo especialmente cercano al omega, manteniéndolo en un radar de un metro de distancia suya. Shoto estaba siendo de manera inconsciente posesivo con él, permitiéndole únicamente a Katsuki acercarse a este por una extensa cantidad de tiempo. No obstante, esto no parecía ser algo incómodo para Izuku.

La clase 1-A llegó a un acuerdo silencioso de dejarlo ser y evitar provocar a uno de los "alfas" más fuertes dentro de la residencia, lo último que necesitaban eran causarles más problemas a aquel trío.

Bakugo sin embargo se encontraba curioso y a la vez confundido debido al repentino cambio de humores en los otros dos. Izuku solo le había logrado explicar que el ipsilon se hallaba sensible debido a los sucesos ocurridos con su padre, nada verdaderamente explícito, pero fue suficiente para que decidiera darles su espacio.

Ahora el ipsilon se encontraba acostado en su cama, tras un extenso día de entrenamientos y exámenes, leyendo uno de los nuevos ejemplares que había pedido en la biblioteca. Se encontraba mejor consigo mismo, a lo largo de esas semanas se había dedicado a reflexionar sobre las palabras de su padre, llegando a un punto donde estas no dolían.

No obstante, eso no significaba que pudiera entenderlas, tampoco las aceptaba, solo decidió aprender a tolerarlas y llevar sobre sus hombros esa invisible carga que por fortuna, ya no le pesaba tanto como antes.

Y Midoriya había sido un buen hombro sobre el que apoyarse para poder lidiar con las caídas emocionales por las que pasaba de vez en cuando a lo largo de las horas. Sentir su dulce aroma inundando sus fosas nasales pasó a ser algo más que simplemente identificarlo, en verdad lograba aplacar y consolar cierta parte suya que requería de suaves y cariñosos tratos. Se encontraba silenciosamente agradecido con que Midoriya le permitiese estar tan cerca como él necesitara, finalmente esto mismo era algo que durante mucho le habían negado.

—¿Qué tal está la lectura, Shoto? —preguntó el omega, quien se encontraba acostado sobre el abdomen del más alto, viendo en su teléfono las últimas noticias del día.

—Es bastante interesante... ¿Quieres leer conmigo? —Bajó su mirada, encontrándose con su abundante y verdosa cabellera, Izuku se había acomodado de tal forma sobre él, en que la mitad de su cuerpo se encontraba apoyada sobre la pelvis y abdomen de Shoto.

—No gracias, estoy muy cómodo aquí. —contestó, frotando su mejilla contra el abdomen ajeno.

El ipsilon sonrió, volviendo su atención a los párrafos que se encontraba leyendo. La habitación se encontraba aromatizada por una dulce y refrescante mezcla de menta con canela, algo reconfortante si es que se centraba mucho en ello.

Se sentía en la tranquilidad de su hogar, uno pequeño pero, que solo requería la presencia de las personas que él quería y que a él lo querían. Eso ya era más que suficiente para Shoto.

Porque donde ellos estuvieran, siempre sería su hogar.

—Oh, Shoto —Llamó de nuevo Izuku, interrumpiendo los pensamientos del ipsilon—. ¿Tú continúas yendo a terapia? Hace tiempo ya que no te he visto ir. —Habló, volteándose en dirección ajena.

—Dejé de ir a las sesiones hace unos dos meses atrás... Aunque después de lo que han pasado estas semanas, creo que retomaré las consultas. —Bajó su libro, dejándolo sobre su pecho.

—Creo que eso sería lo mejor, sé que ahora estás bien, pero la ayuda extra de un profesional podría venirte bien.

Shoto sonrió enternecido.

—Lo sé, Izuku. Por eso es que retomaré las sesiones, además de que estoy seguro de que será lo mejor también para ti y Katsuki, así no debo apoyarme siempre en ustedes y sobrecargarlos con mis problemas.