𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎

Capitulo Treinta y siete. 𝗙𝗶𝗻𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻

—Tenías que ver su rostro... Es la primera vez que lo vi sonreír así, en verdad se sintió mágico. —comentaba Denki, observando hacía el frente con una sonrisa boba en sus labios.

Shoto sonrió, asintiendo felizmente al ver pequeños destellos decorando la mirada de su más cercana amistad, sin embargo, a sus oídos no llegaban verdaderamente las palabras que este pronunciaba, simplemente se limitaba a reaccionar en respuesta a las expresiones que este hacía. Su cuerpo se encontraba allí, junto al rubio, pero su mente, su ya abrumada y oscurecida psiquis, no era capaz de posicionarse en el presente, quedando atrapada en la conversación que había tenido horas atrás con aquel hombre a quien alguna vez el pasado había llamado padre.

Aquellos meses parecían sumirse cada vez más en un abismo del cual no era capaz de liberarse, sin importar cuánto intentara ver el lado bueno de las cosas para poder llegar a esa pequeña luz al final del túnel, todo su entorno parecía complotarse para atarlo de pies y manos hacía el fondo, tirando de las cadenas lentamente mientras él luchaba por liberarse.

Suspiró, era consciente de que debía encontrarse feliz por haber ganado una de las batallas, podría permanecer al lado de los dos seres que más quería en todo el planeta tierra. Sabía que nada más se interpondría entre ellos e inclusive pronto llegarían los papeles donde oficialmente les confirman que el gobierno los reconocía como destinados, por lo que los protegerían sin importar quién quisiese interponerse para separarlos el uno del otro.

Pero, si era de tal forma y claramente ya no habían peligros a los que afrontarse, ¿por qué su corazón apretaba cada vez que recordaba las palabras pronunciadas por Enji? Incluso aceptando que este lo rechazó ya que sus decisiones eran contrarias a lo que alguna vez él le enseñó, su pecho continuaba doliendo.

—Hey, ¿qué es lo pasa? Desde hace rato estás actuando raro y estoy seguro de que ni siquiera escuchabas de lo que estaba hablando —Llamó su atención el delta una vez más, observándolo con preocupación—. ¿Acaso tu padre hizo o dijo algo más?

—Lamento haberte preocupado, Denki... No, no es nada. —Respondió, regresando a la realidad y dibujando una tranquila y acogedora sonrisa en su rostro.

—Hmm... ¿Estás seguro? ¿No se trata de que tu papá volvió a decir cosas estúpidas, cierto? De ser así, sabes que cuentas conmigo para ir y darle su merecido de nuevo. Estoy seguro de que Bakugo también tiene cuentas pendientes con ese hombre. —Apretó uno de sus puños, sonriente.

—Hoy a la mañana he vuelto a hablar con él, pero no dijo nada que sea importante. Sólo aclaró que ya había entregado los certificados médicos que confirmaban mi género secundario irregular y que el proceso de verificación de unión de destinados estaba en progreso.

—¡¿En serio?! ¡Esa es una excelente noticia! ¡Ya no podrá molestarte a nivel legal ni tampoco personal! Pero... ¿Por qué pareciera que eso te entristece? ¡Finalmente podrás ser feliz al lado de Midoriya y Bakugo sin tenerlo de por medio! —Rodeó los hombros ajenos, radiante de felicidad por la noticia.

Hubieron unos pocos segundos de silencio en los cuales Kaminari se detuvo a observar las facciones ajenas, centrándose por primera vez en mucho tiempo en las suaves manchas oscuras que aún se mantenían debajo de la mirada del bicolor, como si estas nunca hubiesen abandonado su rostro. Sus ojos también eran cansados, algo que hasta el momento no fue capaz de percibir por únicamente centrarse en las expresiones generales del ipsilon en vez de los pequeños detalles.

Sonrió cortamente, alejándose nuevamente del contrario y apoyando una de sus manos sobre la cabeza contraria, acariciando su cabello con lentitud y procediendo a tomar la palabra de nuevo:

—Comprendo... —Bajó su mano, ocultándola en el bolsillo de su pantalón— Sólo quiero que tengas en mente el porqué decidiste quedarte con Midoriya y Bakugo en vez de con Enji. Quizá yo no sepa lo que pasa por tu cabeza ahora, pero sí tengo claro quiénes son las personas que realmente te hacen bien.