𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖢𝗎𝖺𝗋𝖾𝗇𝗍𝖺. 𝗟𝗮 𝗰𝗹𝗮𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹

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—Así que hoy es el día. —murmuró el omega, tirado en su cama con los brazos y piernas extendidas.

Izuku sentía la presión y ansiedad de por fin revelar explícitamente el vínculo entre los tres. No había conciliado correctamente el sueño por pensar en ello, no obstante, confiaba en que todo saldría bien. Nada podía empeorar después de lo de Enji.

Las primeras horas del día pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Y para cuando su cerebro fue capaz de volver a procesar todo lo que ocurría, se encontraba sentado en su asiento de clase, con las manos apoyadas sobre el banco mientras Aizawa se posicionaba delante de ellos. 

Katsuki estaba sentado detrás de él, dándole un masaje sobre sus hombros. Este sabía mejor que nadie el posible estado en que se encontraba, por lo que era seguro que necesitaba un poco de apoyo moral en ese momento.

—Muy bien, antes de empezar con la clase debo darles un comunicado —Las palabras de Aizawa enmudecieron a la clase de inmediato—, con relación al encuentro de otros destinados en esta clase.

Los murmullos entre los presentes no tardaron en aparecer, teorizando sobre quiénes eran los destinados. Las preguntas eran especialmente dirigidas a la pareja estrella de la clase: Eijiro y Momo.

—Nuestros padres nos registraron años atrás, chicos. Así que no se trata de nosotros esta vez. —Aclaró Yaoyorozu, queriendo desviar la atención de ellos.

La mirada del único delta de la clase recayó en el bicolor; Denki se encontraba igual de sorprendido que el resto, Shoto no le había dicho que "la gran revelación" sería tan pronto, no obstante este solo se limitó a hacerle una pequeña seña para indicarle que todo estaba bien.

"Ya lo discutimos entre los tres", escribió en un papel para después mostrárselo, cosa que tranquilizó a Denki.

—¿Qué no es obvio? —vociferó con aires de grandeza— Se trata de Bakugo kun y Midoriya kun. ¡Miren como trata a su omega! ¡Desde hace meses que se los estoy diciendo!

—Sí, somos nosotros. ¿Tienes algún maldito problema con eso, Mineta? —Interrogó Katsuki, gruñendo.

—Silencio. —Dictó Shota, acomodando los papeles entre sus manos.

Los menores rápidamente obedecieron, volviendo su atención hacía el único adulto presente. Aizawa mantenía una postura seria e incluso más imponente que las anteriores veces donde debía informarles algo.

Midoriya dejó escapar un largo suspiro, tranquilizándose. Sentir ahora el contacto de Bakugo sobre sus hombros era como una breve brisa de aire fresco, una que agradecía profundamente.

—Katsuki Bakugo, Izuku Midoriya y Shoto Todoroki; estos son los papeles que oficializan su vínculo como destinados frente a cualquier entidad del gobierno. Los cuales les protegen de ser separados sin importar la circunstancia en las que se presenten.

Tras esa pequeña introducción, las miradas recayeron sobre los susodichos, especialmente las de quienes no tenían idea sobre su peculiar relación. Mineta sólo se sentía satisfecho al tener la razón, finalmente eso no era algo usual en él.

Aizawa se limitó a explicarles la situación superficialmente, los papeles que Enji había entregado le fueron de utilidad para poder comprender las peculiaridades de uno de sus alumnos más eficaces, sin embargo, al igual que el resto de los involucrados, aún mantenía sus propias dudas sobre la condición de Shoto.

Tras unos diez minutos de perenne silencio entre los alumnos, Aizawa terminó su discurso y le entregó los documentos a Shoto, quien no tardó en revisarlos mientras que el alfa prosiguió con la clase con normalidad. El menor soltó un extenso suspiro de alivio, tener aquellos papeles en mano era como marcar un antes y un después en su vida.

𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora