ᨒᨒ ¿Qué pasaría si de pronto, en un mundo en donde lo normal es tener un alma gemela, 𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝘀 𝘁𝗲𝗻𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗼𝘀? ՚՚ ‧₊˚* 𔘓 ੭
Este es el caso de Shoto Todoroki, Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo, tres adolescentes que podrían considerar...
Espacio para que recojan los pañuelos que necesiten para secar las posibles lágrimas.
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Giró en su cama una vez más, cerrando los ojos con fuerza mientras rogaba en silencio porque el cansancio que su exhausto cuerpo sentía finalmente hiciera efecto y pudiera perderse en la oscuridad del abismo y quizá, con algo de suerte, poder de soñar algo durante esas envolventes horas.
La noche era solitaria, por primera vez en mucho tiempo, fue capaz de volver a reunirse con un viejo compañero que se mantenía constantemente a su lado en ese tipo de ocasiones: el insomnio. Habían pasado un par de meses desde la última vez en que la soledad y el desvelo se unían para hacerle una tortuosa compañía.
Se mentiría si dijera que por más de que se encontraba acostado junto a Izuku y Katsuki, esos dos no se hallaban también presentes. Incluso teniendo los cálidos y protectores brazos de los otros dos a su alrededor, aún se hallaban sobre su cabeza los fantasmas de sus viejos compañeros, impidiéndole que pudiese sumirse en el mundo de los sueños con facilidad.
Sin embargo, las noches en soledad eran las peores de atravesar. Más aún cuando su intranquila mente desempeñaba el papel principal para jugar en su contra. Como si la vida quisiese jugarle otra mala pasada de tantas.
—Shoto, hay algo que quiero comunicarte y seguramente será lo último que debas saber de mí.
Una vez más su cerebro reproducía la conversación que había tenido con Enji la mañana anterior, como un disco rayado que se detenía en un momento crucial del vídeo y que impedía continuar con el resto de la película.
—Enji. —Nombró por reflejo, su voz dejaba en claro la molestia que en su momento experimentó.
Un fastidio el cual terminó por convertirse en el sentimiento que ahora no le permitía dormir.
Su pecho se sentía vacío, inexplicablemente doloroso si se concentraba demasiado tiempo en ello, por eso mismo había querido ignorarlo a lo largo del día, limitándose a obedecer lo que sus más cercanos vínculos le decían. Pero en verdad, él aún no era capaz de soltar por completo lo que decía aceptar.
«Deberías sentirte feliz, finalmente él no era más que un obstáculo. »
Pero, ¿por qué su mente no quería simplemente aceptarlo?
Un suspiro se escuchó desde el otro lado de la llamada y su "padre", habló.
—Por lo que veo, aún no aceptas lo que te dije días atrás.
—No estoy interesado en hacerlo. —contestó, fríamente, sintiendo cómo la mirada de Katsuki buscaba comprender de qué hablaban.
—En verdad es una lástima escuchar eso, especialmente de ti —La voz del alfa iba lentamente volviéndose más seria, más punzante—. Finalmente me haces ver cómo he perdido mi tiempo todos estos años donde solamente intenté ayudarte.
