Todo Lo Que Quiero (#2)

18. Hermano

No olviden de darle apoyo al capítulo, voy a estar contestando los comentarios 💗

Maratón 3/3

Narra Stacy

24 de Mayo, 2024.

Habían pasado unos días desde que Alexander se había ido. No voy a negar que estuve muy feliz cuando me dijo que se quedaría un día más, para poder pasar tiempo juntos, ya que no sabemos cuándo será nuestro nuevo encuentro.

Tampoco puedo negar que últimamente en mi vida todo está saliendo demasiado bien y aquello me asusta de una forma horrible.

Veo como Hilary entra a su habitación riendo con una tablet en sus manos y se sienta en la cama con una impresionante rapidez.

—¿Qué sucede? —le pregunto confundida.

—¡Me llamará el tío Ansel! —casi me deja sorda con su grito.

—¿Quién? —Frunzo el ceño.

—¡Mi tío! —vuelve a gritar, pero ahora ambas somos interrumpidas por el tono de llamada.

—¡Tío, Ansel! —Chilla a la pantalla.

Aún desde mi posición intento entender que está sucediendo y cuando las respuestas llegan, solo puedo abrir los ojos.

Ansel, es el hermano menor del señor Austin.

—Hola, mi bailarina —escucho su voz—. ¿Cómo estás?

Trago saliva.

¿En serio ese chico tenía dieciocho años?

Porque su voz es bastante ronca y estoy segura que debe de tener muchas adolescentes detrás suyo.

—Muy bien, tío —me alegra ver lo emocionada que se encuentra—. Te extraño mucho... —alarga la “o”.

—Yo también, mi bailarina. Sabes que te amo demasiado y te extraño a cada minuto.

Es tierno ver las mejillas de Hilary sonrojadas ante las palabras de su tío.

—No viniste a mi recital —reprocha con un puchero.

—Lo sé, pero tuve muchos trabajos pendientes —se excusa el chico.

—Papá me dijo, pero igual quería que estuvieras. —Niega con sus dedos.

En eso la presencia de mi jefe me hace moverme por la habitación.

—Prometo estar para la próxima.

—Y tu siempre cumples tus promesas —suspira, pero sus ojos van a su padre—. ¿Quieres hablar con papá? Él está aquí —le pregunta mientras le da una sonrisa a su padre.

Enseguida llevo mi vista a mi jefe y puedo ver sus ojos emocionados, pero a los segundos todo aquello se va ante la respuesta de su hermano menor.

—No, mi bailarina. Ya hablé con tu padre, ahora solo me importa saber más sobre tus ensayos y todas las travesuras que has hecho.

Frunzo el ceño, cuando mi jefe sólo me da una sonrisa de boca cerrada y con las manos en los bolsillos sale de la habitación.

Atrapo mi labio inferior al sentir las ganas de seguirlo, pero me debato hasta que le hago una seña a Hilary de que saldré.

Bajo las escaleras buscando el rastro de mi jefe, pero el ruido en la cocina me hace caminar hasta allí.

El señor Austin se encuentra dándome la espalda, sus brazos descansan en la encimera mientras se toma la cabeza y habla en voz baja.