Todo Lo Que Quiero (#2)

31. Chicas

¡Doble capítulo!

Estaba destinado para ayer, pero no sé pudo jsjs

Si ustedes cumplen nuestra meta de capítulo, les voy a subir un tercer capítulo que ya tengo listo.

Ya saben, 200 votos y 200 comentarios...

Yo sé que pueden *guiño*

Narra Stacy

20 de Julio, 2024.

Me muerdo el labio inferior esperando la repuesta de Austin, pero éste solo me observa fijamente como si me hubieran salido dos cabezas.

—¿Estás segura, hermosa? —pregunta desconcertado.

Las mejillas me arden, aún no me puedo acostumbrar a su nuevo apodo. La primera vez que lo dijo casi me dió un infarto, recuerdo que me quedé estática más de lo necesario, y Austin se preocupó demasiado.

No voy a negar que me encanta, porque él lo dice de una forma única, de una forma especial, y se siente como lo mejor del mundo.

—Claro que sí —respondo. Me muevo hasta quedar frente a él—. ¿Tienes miedo de que hagamos algo en tu contra? —lo molesto risueña.

Hasta yo me sorprendo del humor con el que amanecí. Solo sé que quiero pasar un día junto a Hilary, y disfrutar todo lo que queramos.

Es una salida de chicas.

—¿Es una indirecta? —Frunce el ceño. Río feliz cuando me toma de la cintura tomándome desprevenida, y me sienta en sus piernas—. Ustedes juntas hacen cosas malas, y siempre soy la víctima.

Suelto una carcajada por lo irónico que se oye lo último.

¿Austin es una víctima? Eso nunca. Este hombre también nos ha hecho algunas bromas, y ahora solo debe de aguantarse.

—No prometo nada. —Beso su mejilla—. ¿Entonces...? —pregunto entusiasmada.

Nuevamente me mira fijamente, pero ahora no se encuentra serio; al contrario, sus ojos brillan, y su sonrisa es muy grande.

Trago saliva, cuando me da una leve caricia por el cuello subiendo hasta mis labios. Austin si sabe como hacer que el deseo crezca entre nosotros, pero todo es tan difícil.

—Solo avísenme donde se encuentren, no quiero estar preocupado —es su respuesta, y yo solo quiero chillar.

De un impulso lo abrazo por el cuello mientras le doy varios besos que obviamente él recibe gustoso. Austin Maxwell nunca desaprovecha una oportunidad.

Es un descarado.

—Sí vas a reaccionar así, creo que deberían salir más seguido. —Me guiña seductor.

Niego divertida, a pesar de la vergüenza. Me estoy proponiendo dejar de esconderme ante sus cariños, ante sus apodos, y todo lo que tenga que ver con ese hombre.

—Eres un descarado. —Le doy un golpe en el pecho.

—Ya deja de hablar con mi cuñada que se te pegan las costumbres —se queja mientras se toca el lugar donde lo golpeé—. Solo me maltratan.

Ruedo los ojos. A lo que me estoy acostumbrando es a lo dramático que es ante cualquier situación.

—Y tu eres un dramático de primera —bufo—. ¿Siempre fuiste así?

Asiente sin ningún gramo de vergüenza.

—Siempre. ¿Acaso quieres un rembolso? —pregunta mirándome con los ojos entrecerrados—. Me complace decirte que no lo hay, y te deberás quedar conmigo porque soy lo mejor que te ha pasado en la vida. —Dice con orgullo.