Todo Lo Que Quiero (#2)

44. Confesión

Volvimos con las actualizaciones diarias, aunque, ya saben que los puedo sorprender en cualquier momento *guiño*

Lean estos capítulos con calma, hay muchas cositas interesantes.

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Narra Stacy

14 de Septiembre, 2024.

Cinco días.

Cinco días han pasado desde que todo terminó y desde que tampoco he salido de mi departamento. Con un dolor punzante en la cabeza y arropada hasta cuello, observo el amanecer.

Mis noches no han sido fáciles y después de muchos meses las pesadillas nuevamente volvieron y me es casi imposible conciliar el sueño por el miedo a ellas.

Lo veo.

Veo el rostro del chico sobre mí con su sonrisa maliciosa, sus golpes y sus insultos quedan grabados en mi mente. Cierro los ojos, intentando enviar lejos aquellos pensamientos, pero hasta ahora han sido mis únicos compañeros.

Mi estómago ruge, pero no le tomo importancia porque no tengo las fuerzas para levantarme. Me abrazo con fuerza, ya que desde ayer comencé con un horrible frío y realmente no me he dado el tiempo para pensar en ello.

El rostro decepcionado de Austin llega como un flechazo y me hace soltar un lloriqueo. Me odio por hacerlo sufrir, me odio por decepcionar a Hilary y me odio por ser una cobarde con ellos.

Soy una cobarde.

—No sabía que mi amiga podía tener este desorden —escucho una voz y ni siquiera debo de mirar a la puerta de mi habitación porque ya sé de quien se trata, así que no respondo.

Se acerca algunos pasos hasta quedar sentada a mi lado y toma mi rostro con delicadeza para que la mire. Verónica se nota preocupada, pero a la vez tiene una expresión aliviada, sus dedos acarician mis mejillas.

—Me tenías muy preocupada, no has contestado el teléfono. —Me riñe con una leve sonrisa y nuevamente no respondo porque el maldito nudo el la garganta no me deja—. Stacy... —insiste.

Suspiro, y respondo lo primero que se viene a la mente.

—¿Cómo entraste?

Su sonrisa decae un poco, pero no la borra.

—Recuerdo que un día me dijiste que tenías una llave en el florero de afuera —explica—, eres bastante olvidadiza. —Me pica.

Trago saliva. Ambas nos miramos fijamente por algunos minutos y es que en su rostro hay algo más que logro descifrar casi al instante.

—Ya lo sabes, ¿cierto? —pregunto, afligida. Aparto mi mi vista de su rostro y miro a otro lugar de la habitación.

Ella tarda algunos segundos en responder, pero lo hace.

—Hay algunos rumores en el hotel. No has ido, además, estos días él no ha tenido la mejor cara y ya todas están haciéndose la idea en la cabeza —murmura.

Suspiro.

—¿Él...? —La miro inquietante.

—Él no ha dicho nada al respecto. Sigue con su rutina de siempre y es la señora Kim la que está cuidando de Hilary, aunque, hace dos días se la lleva su hermano. —Me toma de las manos—. ¿Son verdad esos rumores, Stacy? ¿Ustedes ya no están juntos?

Muerdo el labio inferior con fuerza porque los labios me tiemblan, respiro profundamente para evitar el llanto. Estoy segura que tengo los ojos hinchados de tanto llorar.