Parte 5

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-Holmes... -atendió él con brusquedad.

-Vincent, tengo nueva información.

-Te escucho, Padge.

Denise la explicó en detalles la entrevista con la señora Bellamy mientras Holmes escuchaba atentamente, solo aportando sonidos afirmativos de vez en cuando.

-Parece una coartada realmente impecable, Padge.

-Así es. Hay algo más -dijo ella dejando espacio para el suspenso. -Se nos ha escapado que el señor Michael Bellamy estaba titulado en Relaciones diplomáticas y había comenzado su carrera política hace ya varios años en el partido de la Izquierda Anglosajona. Había trabajado internamente en él y todo ese trabajo de años le había permitido, según el Times, ser el próximo candidato en representación de su partido. Aparentemente estaba en un camino in crescendo. Su rival político se llama Arthur Goldstein, miembro parlamentario que buscaba la re-elección por el partido Demócrata conservador.

-Excelentes datos, Padge -dijo Holmes antes de cortar la comunicación y dejar a Denise con la boca abierta.

Cómo es que no puede evitar el "Padge"pensaba ella hasta que una vibración la arrancó de sus cavilaciones.Leyó el siguiente mensaje:

"¿Puedes entrevistar a Goldstein?"

Padge estaba perdiendo la paciencia, no obstante, se encaminó hacia las calles de Londres abandonando el 222b de Baker St. camino a la sede del partido Demócrata Conservador. Esperaba poder encontrar allí al señor Arthur Goldstein.

//

Vincent caminaba por las calles de Londres con un poco de apuro e impaciencia.

Luego de un recorrido de unas veinte cuadras se encontró con la dirección indicada. Tan solo faltaban unos 10 minutos para la hora que figuraba en el recordatorio, no obstante, la ansiedad primó sobre la cordialidad y decidió adentrarse en el edificio.

La construcción poseía un típico aspecto citadino: gran anchura, ladrillo visto y largos balcones con rejas de hierro artísticas que en los medios y los extremos formaban flores de pétalos abiertos.

Holmes consultó tontamente la nota para verificar la hora y luego observó su celular para recordar el piso y el departamento correspondientes.

Llamó al portero, segundos después una voz de mujer mayor respondió aburrida:

-¿Quién es?

-Vengo por la cita de las 10 hs. -respondió Holmes con brusquedad para no dar pie a réplicas.

-Adelante...

Un breve chirrido destrabó la entrada y Vincent se abrió paso hacia dentro de la edificación deteniéndose unos instantes frente a la puerta, extrañamente moderna, del ascensor. Sonrió frente a tal contraste entre lo clásico y lo moderno; esa especie de anacronismo arquitectónico que pone de manifiesto la melancolía humana por los tiempos pasados, ilusamente mejores, porque todo tiempo pasado tuvo a su vez el suyo.

Presionó el número "3" y esperó unos instantes hasta que la caja en la que subía se detuviera. Abrió ambas rejas y buscó el departamento "J". Al golpear, una anciana señora de cabellos blancos y lentes color madera lo miró escrutando su rostro, luego se paró en la entrada e impidió, tácitamente, la entrada de Vincent.

-Usted no es Michael Bellamy. Yo estaré ciega, sorda y cerca de la senilidad, pero puedo reconocer un rostro que veo semanalmente.

-Efectivamente, soy el inspector Saint Vincent Holmes, y estoy investigando la muerte del señor Bellamy. ¿Podría hacerme el favor de indicarme el camino hacia el doctor Maurice Klein? -preguntó sin esperar respuesta y avanzar hacia la sala del departamento ante el balbuceo inentendible de la secretaria.

Los casos de Saint Vincent Holmes [Ganadora Wattys2018]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora