Enmendar las cosas

27 1 1
                                    

- Bienvenida pequeña - dijo Sigurd, a Valkyria le sonó a gloria esas palabras - muchos te han buscado y aquí estas, no dudaba de ello 

- Una vikinga siempre cumple sus promesas padre, fuiste tu quien me lo enseñaste.

Que le dijera padre delante de todos le gustó aunque muchos se sorprendieron porque antes siempre había sido nombrada como la esclava. Pero su cuerpo cansado estaba harto de aparentar. Y se había ganado el respeto de muchos de los presentes como para preocuparse de eso.

- Esta es tu casa, siempre lo ha sido y lo será - ella asintió pero Tigged se enfureció al ver tanto respeto y amor en sus palabras

- Sigurd exijo que la detengan. Teníamos un pacto y huyó como una sucia rata

- Tu hijo Ivars ya está casado con otra mujer antes que mi hija cumpliera los 16 - Valkyria escuchar como Sigurd le llamaba hija le hinchó el corazón, solo por eso ya había valido la pena arriesgarse - Creo que también rompió el compromiso antes de efectuarse.

- No seas ingenuo, la esclava se había ido. Ya no iba a volver no iba a esperar más en casar a mi hijo

- Tendrás a mi bien más preciado así que confórmate con eso. O a caso ¿quieres que anulemos la boda?

- Está bien, tengamos la fiesta en paz. Más cerveza por favor - dije cabreado mientras miraba con furia a la jovencita que se alzaba frente a él

La gente fue volviendo poco a poco a sus conversaciones hasta que Kaysa la vio y salió chillando y corriendo hacia ella con lágrimas en los ojos.

- Kyria!! Ereeeeeeees tu! Sabía tanto que vendrías. Lo sabía. Ves papá, te lo dije

- Madre mía, pero mírate. Eres preciosa... - dijo Valkyria abriendo sus brazos para estrecharla

Hacia demasiado tiempo que ambas soñaban con este día. Se susurraron un te echo de menos y juntaron sus frentes mientras cerraban los ojos.

- Volveré siempre a por ti, sabes que nunca te dejaría

- No lo dudaba aunque no deberías estar aquí. Van a matarte

 - No entiendo por que... ya no tengo ningún compro...

- Yo te lo contaré, Kaysa déjanos solos un rato, por favor - cortó Sigurd 

- Sí padre, luego hablamos me tienes que contar muchas cosas - y se apartó de ella dejando paso a su padre

- Demos una vuelta Kyria

El silencio reinó entre los dos, no sabían por donde empezar. Como Sigurd es el que tenía muchas más respuestas que Valkyria empezó a hablar.

- Nunca quise tratarte mal, solo quería que te hicieras fuerte. Quería que crecieras para derrumbar todo lo que te viniera y que no cayeras. Pero era imposible prepararte para todo. Ni ahora se lo que te va venir. ¿Leíste el libro? ¿Abriste la caja?

- Me lo se entero y sigo sin entender nada. La caja aun no la he podido abrir.

- Eso significa que aun no estás preparada, pero siento que se acerca

- ¿El qué?

- Tu momento pequeña, por lo que naciste. La leyenda es cierta. No se que debes unir ni como, pero tu no naciste siendo solo una vikinga. Te encontramos a los días de nacer. En un inicio pensábamos que se había propagado una epidemia en los varios poblados que se encontraban al oeste de estas montañas. Pero te encontramos a ti en una cesta con una mantita blanca a tu alrededor y solo abrir los ojos supe que eras tu. No me preguntes pero se te tiñeron de rojo los ojos y cuando me vistes el rojo se fue yendo poco a poco y se convirtieron en esos ojos gris lobo que tienes. Levantaste las manos pidiéndome que te cogiera y no pude evitarlo. Debía cuidarte a toda costa. Encontré el escrito y todo encajaba. La mujer que te cuidaba en su último aliento nos contó como la gente se había ido apagando sin dolor alguno. Al principio pensaron lo mismo que nosotros pero se daban cuenta que la sangre de los cuerpos se evaporaba y durante los siguientes días de tu nacimiento la luna no dejó de ser roja ninguna noche. Puedes creer en ello o no, pensar que es una locura. Pero tengo claro que eres hija de un dios. Eres ágil y fuerte. Diferente a cualquier persona conocida. Tienes un don entre las manos. Siempre te han cuidado los lobos. Nunca se apartaron de la granja los diez años que estuviste aquí y cuando te fuiste se fueron contigo. Te protegían eso lo tengo claro. Velaban por ti día tras día. Por eso sabía que estarías a salvo allá donde fueras.

Correrá la sangre el día que despierte el lobo [[COMPLETA]]Where stories live. Discover now