Una pequeña tregua

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Pasaron las semanas y Valkyria cuando no estaba en las cocinas desaparecía en el bosque. Todos estaban preocupados por ella pero nadie se atrevía a decir nada al respeto. Hasta que pasado un mes la madre de Aidyn, ajena de muchas cosas, dijo lo que todos pensaban.

- Tu hermana es muy solitaria. Lleváis un mes aquí y no se nada de ella, no la he vuelto a ver, ni he tenido una charla con ella y no me gusta nada no saber quien está entre las paredes de mi hogar.

- Llevaba viviendo seis años en las montañas sola, Rita - dijo Kaysa con pesar

- Se su historia, me la habéis contado y, a decir verdad, no me importa porque este comportamiento está siendo irrespetuoso y inapropiado. No se puede desobedecer a la reina. Ya vale de defenderla - dijo enfadada - Elda! - chilló a una de las doncellas de la casa - Serías tan amable de decirle a Valkyria que viniera, por favor

- Sí, señora, ningún problema

Aidyn se tensó, empezó a comer sin levantar la vista del plato. A los pocos segundos la puerta de la cocina se abría y empezaron a escucharse unos pasos.

- ¿Me has llamado señora? ¿La cena no es de su gusto? - empezó diciendo Valkyria mientras echaba un vistazo a la comida que estaba encima de la mesa buscando algún indicio que pudiera hacerle entender que hacia allí

- No cariño, está buenísima, eres una excelente cocinera pero ya tenemos cocinera. Y como te dije el primer día, hace ya un mes - recalcó - no pienso tolerar que sigas más tiempo en las cocinas

- Estoy a gusto, señora. Me siento cómoda y de utilidad

- Pues siéntete útil el resto de horas pero no en las comidas. A partir de mañana estás obligada a sentarte en esta mesa con todos nosotros. No hay opción. Lo siento querida. Puedes irte

- Sí, señora 

La contestación tan sumisa que tuvo hizo que Aidyn levantara de una vez el plato y la mirara. Estaba ojerosa y delgada, muy delgada. Llevaba su larga melena recogido en un larga coleta, sus ojos estaban tristes y su cuerpo corvado. 

- ¿Estás bien? - susurró sin poder evitarlo

- Sí, señor, muy bien - dijo ella levantando el mentón - Si me disculpan, falta el postre

Quiso continuar hablando con ella y preguntarle a que venía eso de señor. Preguntarle porque estaba así. Quería abrazarla y acurrucar la. ¿Dónde quedaba la chica que había conocido el día que lucharon en esa fiesta? Y una punzada de culpabilidad le recorrió todo el cuerpo. Esa chica lo estaba pasando mal y nadie le había hecho entender que ya no hacia falta pasar el dolor sola. Nadie más que Haakon se percató como a Kaysa se le derramaba una lágrima. Para Kaysa había sido una felicidad máxima recuperar a su hermana pero des del día que mataron a sus padres había dejado de ser la misma y se sintió como si la hubiera perdido por segunda vez.

Aidyn esa noche en su cama no pegó ojo, no paraba de ver su imagen, como si se la hubieran grabado con fuego en su retina. Se levantó sudoroso aunque hiciera frío y bajó en busca de la habitación de Valkyria. Tenía que preguntarle que le pasaba. Las cocinas estaban vacías, una de las criadas al ver a su Lord entrar en la habitación se asustó pero le dijo que Valkyria no dormía nunca con ellas. Maldijo por todos sus adentros y siguió buscando en las habitaciones de invitados. Pero menos la de Haakon y la de Kaysa las demás seguían vacías. Volvió a la habitación dejándolo estar. Era muy tarde y el castillo muy grande para a saber donde estaba esa loca, hasta que vio por la ventana una luz al patio. Sin pensárselo dos veces dejó la manta que llevaba y se puso su chaqueta para protegerse del frío. 

- ¿Qué haces aquí de noche?

- Vete - dijo mordaz

- Deberías descansar, estás cansada

Correrá la sangre el día que despierte el lobo [[COMPLETA]]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن