Unión

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Una mordedura en la pierna hizo que Valkyria despertara del letargo que parecía estar. Le costó un poco enfocar la vista y en breves se percató de lo que estaba ocurriendo. Sin saber como consiguió parar el traspaso de sangre y se acercó corriendo al cuerpo de Aidyn. Se agachó para poderlo examinar bien y observó la herida del brazo. Sin importarle el precio de su magia le cerró la herida y cogió un trapo mojado para pasárselo por la frente.

- Lo siento Aidyn, lo siento - dijo ella intentando despertarle

- Estoy bien pequeña

- Por los dioses, gracias - dijo ella mientras le seguía pasando el paño por la cara. Había perdido mucha sangre - Yo...

- Tu estás completamente desnuda - dijo Aidyn sin poder apartar la vista de su cuerpo

- Y eso debería avergonzarme, ¿no?

- Sí, es lo normal

- Está bien, iré a taparme pero quédate quieto

Tenerla desnuda ahora que todo su cuerpo rebozaba vida le estaba haciendo desmayar más que la poca sangre que le quedaba en todo el cuerpo. Intentó no mirarla mientras se tapaba con una de las mantas de encima la cama y se la ataba en forma de vestido.

- Te vas a levantar con mi ayuda, muy poco a poco. Y te voy a llevar a la cama. Voy a traerte comida y agua. Y hasta que no recuperes color en tus mejillas no vas a moverte

- ¿Y ahora quien da órdenes aquí? - sonrió Aidyn mientras apoyaba su pesado cuerpo al de Valkyria. - Quédate aquí, van a sospechar.. Hace tres segundos estabas muy mal y ahora pareces otra...

A Valkyria no le gustó el hecho de no poder ayudarle para tener que esconder su magia. No era ese tipo de persona, acostumbraba a anteponer los demás a ella, pero esta vez tenía que hacerle caso. Así que con un poco de magia calentó parte de la carne de los jabalís y la distribuyó entre los famélicos lobos y Aidyn.

- Debes dejar de hacer magia. Come - dijo Aidyn

- ¿Perdona? El que tiene mala pinta aquí eres tu. Así que esto es para ti

- Y hace tres segundos lo tenías tu por no comer ni beber - dijo Aidyn intentando borrar las imágenes mentales de ese día - Se que no debo decirte esto porque te enfadaras conmigo pero no vuelvas hacerme esto - su voz no sonaba a obligación sino a suplica.

- ¿Por qué te preocupas tanto por mi?

- Porque es lo que hacen los... los amigos. - Y esa palabra quedó atravesada en ambos. Él por decir algo que no pensaba y ella porque de golpe le afectaba como la mirase.

- Va a costarme mucho, nunca he tenido amigos - dijo mientras desechaba la punzada de dolor - No se me dan bien las relaciones humanas

- Y las animales tampoco por lo que veo porque vaya mordisco

- A sido uno de ellos, para despertarme y poder parar lo que te estaba haciendo - sonó triste y cabreada consigo misma

- No te eches la culpa, lo decidí yo. Deberías curarte la herida o te va a quedar marca

- Creo que prefiero que me quede marca y recordarme que no soy invencible y que si me despisto puedo matar a alguien a quien - hizo una pausa para pensarse la mejor palabra - aprecio

- Túmbate a mi lado, creo que necesitamos descansar. Ha sido un día largo

Ella no se lo pensó y se tumbó. Se acurrucó a su lado y se deshizo de la manta que envolvía se cuerpo para taparse ambos.

- Si no miras no te vas asustar - dijo Valkyria sabiendo que su cuerpo incomodaba a Aidyn - pero es que necesitas calor

- Si.. Si calor tengo y asustar.. Asustar no es la palabra - dijo mientras intentaba tranquilizarse del contacto tan próximo de Valkyria. Por primera vez parecía que ella aceptaba la invasión de su espacio personal y él solo podía pensar en los muslos que rozaban su pierna, la barriga y sus pechos que presionaban todo el costado izquierdo. Y como las yemas de sus dedos descansaban sobre su pecho.

- No entiendo lo que dices, no puedes tener calor si estás congelado - él suspiró y entendió que ella no había nacido entre conversaciones y que era una persona fuerte y independiente pero a la vez inocente en todos los aspecto

- Estoy bien, Kyria, estoy bien...

Y sus ojos cansados se cerraron con el pensamiento del calor del cuerpo de Valkyria. Y cuando se levantó por la mañana solo pudo sentir una extraña felicidad que invadía todo su cuerpo. Encontró a Valkyria aun aferrada a su lado izquierdo. Le quitó el pelo de la cara y sonrió. Era tan preciosa así sin preocupaciones.

- Creo que deberíamos levantarnos y hacerles saber al resto del castillo que estás bien, Kaysa estaba muy asustada ayer...

- ¿Cómo estás?

- Un poco agotado, pero bastante bien la verdad. Me gusta tenerte aquí al lado sin discutir

- La verdad que parece un récord... - dijo riendo

Pero ninguno de los dos se movió, estaban demasiado a gusto tumbados uno al lado del otro. Pasados unos cinco minutos Valkyria decidió levantarse. Expiró el olor que desprendía la piel de Aidyn, se quitó la manta de encima y se levantó. Buscó su ropa por toda la estancia.

- ¿No te das cuenta? - dijo Aidyn con la respiración entrecortada y el latido del corazón en el pecho

- Mierda, me había olvidado que te incomoda mi cuerpo - dijo Valkyria sin darse cuenta que las mejillas de Aidyn estaban rojas y le costaba respirar - En el bosque nadie me veía y no tenía que preocuparme por el decoro y esas cosas banales...

- No me incomoda, eres preciosa. Pero no se si podré frenarme mucho más tiempo

- ¿Frenar el qué?

Sin darse cuenta Aidyn se encontraba justo enfrente de Valkyria. La cogió en volandas levantándola del suelo y apoyándola en la pared junto su boca quedando a milímetros de la suya. Una de las manos se aferraba al pelo largo de ella haciendo que ella no huyera asustada. Pero sin poder aguantarse más Aidyn rompió esa distancia y la besó. Con todas sus ganas acumuladas y con su cuerpo reaccionando a cada nueva sensación. Ella al principio no entendió nada, no entendió porque su corazón se aceleraba, ni porque todo su cuerpo flotaba con cada roce que el le proporcionaba pero se dejó llevar y enredó sus piernas en su cadera y se acercó todo lo que pudo a él. De golpe había crecido una necesidad primaria, animal que no tenía ni idea de donde había salido pero se sentía más viva que nunca.

- Vale, vale, para - susurró sin apartarse mucho de sus labios - solo quiero tumbarte en la cama y hacerte el amor.

- ¿Y cual es el problema? - dijo ella sin saber que era "hacer el amor" pero le sonaba tan bien que no quería parar

- Que no debes tener ni idea de lo que es. Y siendo tu primera vez quiero que sea especial

- ¿Es un ritual?

- Podríamos llamarlo así. Desata el placer que ahora estás sintiendo multiplicado por mil

Ella se tensó, asustada pero confiaba en ese hombre de pelo rojo.

- Aunque no quieras hacer ese ritual ahora, sería mucho pedir ¿qué me volvieras a besar?

- A sus órdenes. - dijo con una sonrisa lobuna que hizo que Valkyria se derritiera entre sus brazos.

Correrá la sangre el día que despierte el lobo [[COMPLETA]]Where stories live. Discover now