Su primer beso

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- Por favor háblame

Valkyria había escuchado esas palabras a lo largo de los cinco días que llevaban de viaje. Pero no había hablado ni una sola palabra. Y esa no iba a ser la excepción. Se estaban alejando cada vez más de su hogar, de sus lobos. Y no tenía opción de quedarse a pesar de haberlo intentado. Ahora tenía que proteger a su hermana. Se había llevado en ese viaje a sus dos lobos más fieles. Y mientras se alejaba de las tierras frías que habían sido su hogar Kaysa también desistía de hablarle. 

- Al final se va enfadar contigo de verdad, come un poco - dijo Aidyn acercándole un plato lleno de pescado - En los cinco días a penas has comido nada, vas a desmayarte al final

Cogió un trozo y se lo acercó a la boca pero solo se lo apoyó en la punta de los labios mientras seguía observando al horizonte.

- Come - dijo el escocés sin ni una pizca de paciencia. Dejó el plato apoyado en una esquina y sin ningún miramiento le metió un trozo de pescado en la boca el cual ella escupió

- ¿Qué haces retrasado?

- Al menos has hablado - dijo el con una sonrisa - quieta - sus dedos se deslizaron por las comisuras de los labios de Valkyria para limpiarle parte del trozo de pescado aplastado - ya está

-Estás muy cerca - dijo ella con la frente arrugada

- ¿Te molesta?¿Te pone incómoda?

- Me dan ganas de pegarte un cabezazo

- A ti nadie te a enseñado el arte de seducir, ¿no?

- ¿Seducir? ¿A ti? ¿Para que quería yo eso? Esos solo sirve para tener retoños, pesados y chillones - él con una sonrisa en la cara se acercó a su oído y susurrando le erizó toda la piel

- Ya te digo yo que no sirve solo para eso - sus manos recorrieron su cintura y ella se movió incómoda. Estaba intentando averiguar si le gustaba esa sensación o si la odiaba. - Dime que me aparte y me apartaré

- Apártate - dijo ella perturbada por la sensación que le había empezado a crecer más abajo de su estómago

- Tus órdenes son sagradas para mi , alteza - le dijo susurrando a medio centímetro de sus labios mientras se apartaba con una sonrisa autosuficiente

- Quieres un puñetazo en toda tu cara, ¿verdad? - dijo ella cabreada. No le gustaba sentirse tan impotente.

Él se rió y se alejó. Sin olvidarse antes de acercarle un poco la bandeja con comida que reposaba en una repisa del barco. Valkyria sabía que tenía que comer si no quería desmayarse pero las imágenes de sus padres las tenía grabadas en su mente una y otra vez. Y ahora se mezclaban con los labios carnosos y el pelo de fuego de Aidyn. Al menos eran imágenes más bonitas.

Aidyn se sentía profundamente atraído por esa chica peculiar y aunque parecía que tuviera todo bajo control se sentía que todo su cuerpo se descontrolaba simplemente con su presencia. Llevaba cinco días preocupado por ella por no comer, aunque se había mantenido a una distancia prudencial el magnetismo que sentía hacia ella había ganado esta mañana.

- ¿Has perdido tus encantos? - Ross se rió de él al ver que ella lo había rechazado

- Vete a la mierda, al menos yo tengo alguno - dijo tirando le un cepillo para lavar el suelo en toda la cabeza

- ¿Por qué coño te pones tan agresivo cuando te hago bromas de ella? ¡Antes te hacía las mismas bromas y no querías abrirme la cabeza! 

- Porque no entiendo por que me atrae. Está fatal de la cabeza y tiene de modales lo que yo tengo de calvo, es decir, cero.

- Y eso es lo que te encanta, que pase de ti, que sea difícil. Pero no te preocupes, que si no quieres cortejarla yo me ofrezco. Esos ojos de lobo no van a resistirse a mi sonrisa

Aidyn ni lo pensó y empotró a su amigo contra la pared. Estrujándole el cuello con el brazo. Cuando la rabia se le calmó lo soltó y le pidió perdón mientras se alejaba todo enrabietado.

- Por mi no tienes que preocuparte pero no soy el único que la ve así - chilló Ross seriamente

Aidyn levantó la mano al aire como desechando la idea mientras se iba hacia dentro de los camarotes. Por otro lado, en la cocina del barco estaba Kaysa quien había ido allí a buscar alguien con quien entablar conversación eso o a comer. Kaysa se sentía sola, sus padres se habían muerto, Valkyria ni le hablaba y estaba envuelta por muchísima gente que no sabían decir ni una palabra en su idioma. Solo tenía a Haakon y a un par más de sus hombres. Y este primero parecía tratarla como si fuera una princesa a la que no se le podía decir nada para no ofenderla. Se estaba volviendo loca en un barco encerrada, quería volver y regentar su pueblo. Pero no, tenía que estar allí envuelta de gente pelirroja que la miraba como si tuviera la lepra.

- Os juro que.. - empezó a decir mientras cogía un cuchillo

- Ei ei ei, que pasa aquí - dijo Haakon mientras tapaba con todo su cuerpo la visión de Kaysa

- No puedo más, enserio no puedo más. Sois todos gilipollas. No se lo que queréis de mi. No se que hago aquí, por Odín - le empezó a pegar en el pecho a Haakon sacando una rabia que no sabía ni que había acumulado. 

- Vale, cálmate, por favor

- Y tu, ¿Qué quieres de mi? ¿En serio? Me hablas como una niña pequeña, es que no lo entiendo. ¿Tan horrible soy? ¿Tanto que nadie me aguanta? - empezó a lloriquear presa por el ataque de agobio y de pánico. Haakon no pudo evitarlo y la besó haciéndola acallar. - eh.. eh..

- No se lo que quiero pero me pones nervioso solo con una mirada y quiero aguantarte a ti entera y más. 

- Creo que es momento que me vaya - Kaysa seguía en shock y no sabía como debía reaccionar delante de una situación así. Nadie nunca le había dicho algo así, ni la habían cortejado y ahora le habían robado el primer beso. Se giró sobre si misma como si fuera un resorte clavado en el suelo. Pero antes de irse se volvió a girar dándole un beso corto pero intenso a Haakon antes de salir corriendo como si volviera a ser esa niña que hacia tiempo que se había olvidado de ser.



Correrá la sangre el día que despierte el lobo [[COMPLETA]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora