LA OPCIÓN CORRECTA EAM#1 | A la venta

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Hoy es miércoles de La opción correcta :D 

EUPHORIA -PARTE 2

Busqué en un rostro algún indicio de que bromeaba, ese rastro de burla con la que en ocasiones disparaba sus comentarios, pero en él solo encontré una propuesta osada que planeaba tener una respuesta asertiva.

Aun así, no estaba dispuesta a seguir su juego.

Me dirigí al guardia de la entrada, quien mantenía sus brazos cruzados. Parecía un enorme muro de concreto que no podría atravesar ni escalar. En cuanto sus ojos dieron con la escena creada entre Seth y yo, traté de convencerlo una vez más.

—Lo conozco —señalé a Seth—, ¿puedo entrar ya?

—No la dejes pasar, JB —le ordenó el recién mencionado, sin apartar sus pícaros ojos de mí. La mala cara que puse resultó complementar la diversión que aquel momento le regalaba—. ¿Y?

—La respuesta es clara —mascullé con recelo.

—Entonces espera sentada, porque no entrarás ni hoy, ni mañana, ni nunca. De hecho, podría llamar a seguridad para que te saque.

¿De verdad sería tan malvado? Respuesta: sí. Enderezó la espalda y hizo un gesto con la cabeza por encima de la muchedumbre. Había llamado a dos guardias. Casi entro en pánico a ver dos gigantes acercándose.

—No quiero salir contigo —objeté.

Formó un puchero.

—Seré un buen novio.

Además de que tenía todo el aspecto de ser un mujeriego sin arrepentimientos ni escrúpulos, parecía haber olvidado el hecho de que tenía sentimientos por una mujer mayor, la cual evidentemente lo usaba sin que eso le importase a él. Esos dos argumentos me parecían lo suficiente para negarme una vez más; el tercero venía de mí y mi desinterés por cualquier relación romántica.

—Lo dudo —negué finalmente.

Lejos de que mi negación lo fastidiara, Seth disfrutaba de mi rechazo.

—Te propongo algo: si dices que sí, tendremos una relación abierta y te dejaré ir todos los domingos a misa.

—¿Por qué haces esto tan complicado? ¿Por qué no me dejes entrar y ya?

—Porque la vida y las personas son una mierda y yo soy peor. Te estoy pidiendo salir, no te estoy exigiendo que duermas conmigo. El noviazgo es más que eso.

Me asombró que dijese lo último. Claro, preferí no demostrárselo y me crucé de brazos en disconformidad.

—Sí —le di la razón—, y es mucho más importante que tu ego.

—Pero menos importante que la razón por la que quieres entrar a la zona exclusiva. —Esa clase de chantaje era tan baja y sucia que apreté mis puños para contener mis primitivos impulsos—. Sal conmigo durante una semana, solo una, pretendiendo ser mi novia y listo.

—¿Para qué? —inquirí golpeando ambas palabras con molestia.

—Te lo diré si aceptas —sonrió—. Para que veas que soy alguien caritativo, dejaré que tú pongas las condiciones.

Miré la entrada, el inicio oscuro de las escaleras, pensé en Sol y en todo lo que podía estarle pasando. No es sorpresa que acceder al chantaje de Seth era algo absurdo, pero me importaba más mi amiga.