LA OPCIÓN CORRECTA EAM#1 | A la venta

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#MiércolesDeLOC

LO QUE PASÓ ESA NOCHE

Mis manos temblaron sosteniendo el papel. Tuve la sensación de que alguien me observaba a mi espalda. Arrugué el papel poniéndolo contra mi cuerpo y miré a mi alrededor. No había nadie, solo estaba acompañada por el temor que la nota había impuesto.

Volví a abrirla y releí.

¿Quién la había escrito? ¿Cómo fue que dio a parar ahí? Y, más importante, ¿se trataba de una advertencia o una amenaza?

Decidida en recibir respuestas, me dirigí a la sala de Boceto para encarar a Dhaxton. Él ya había demostrado ser capaz de muchas cosas, no me imaginaba imposible que mandara a perturbarme la consciencia después de haberlo rechazado.

Banes me dejó entrar sin problema. Los caballetes de mis compañeros se habían alineado en torno a una modelo. El caballete libre, que suponía era el mío, esta vez estaba en otro lugar, no junto a Dhaxton como de costumbre, por eso fue una sorpresa que caminara hacia él y no mi puesto. Me planté a su frente como si quisiera echar raíces ahí, lo que distrajo su atención.

—¿Se te ofrece algo? —preguntó con total tranquilidad. Me molestó verlo así mientras que yo tenía una revolución interna.

Apreté el papel en mi mano con tal fuerza que tembló. Pero a la hora de decirle que en mi posesión había una extraña nota, preferí callar y esperar a que confesara por sí mismo.

A Dhaxton le gustaba jactarse de sus actos, no conocía el pudor frente a las acusaciones. Si la nota la había mandado él, era probable que supiera los motivos por los que me encontrara de pie irrumpiendo su trabajo.

Me fui a mi caballete y guardé la nota en mi bolsillo.

🌧

Pasé el resto del día pensando en la nota, metiéndome al baño para releerla o estudiarla de alguna forma. Me daba miedo que alguien más la viera, estuve aterrada con tan solo leer la palabra «muerto». Si lo que ahí ponía era real, entonces todo este tiempo me habían llamado como a una persona muerta.

Agnes.

Llevaba semanas preguntándome de quién se trataba, luego supe que era la novia de Dhaxton. Jamás imaginé que ella estaba muerta.

¿Cómo había pasado? ¿Fue intencional? La nota así lo hacía suponer, pero no podía aferrarme a suposiciones con algo tan serio.

A la hora de salida, no tenía intenciones de volver al departamento tan pronto. Busqué cualquier excusa para no hacerlo y la mejor que se me ocurrió vino a mí cuando vi a Sol.

—¿Puedo dormir en tu casa hoy?

—¿En mi casa? —repitió, extrañada.

—Sí.

—Hoy pensaba ir a la pijamada en los dormitorios de las chicas.

Había olvidado que la academia tenía dormitorios para chicas y chicos y que, a veces, Sol dormía ahí.

—¿Qué pijamada? —curioseé.

—De Vivian Freedom, una compañera de Analítica —dijo, saludando a un grupo de chicas que nos adelantaba los pasos—. Si quieres puedes venir.

La detuve del brazo.

—¿No crees que pueda molestarle?

Soltó un ensalivado «pff» que movió sus labios y luego se carcajeó de manera burlesca.