Capítulo 2

3.3K 323 122
                                    

Aún sabiendo que me perdería me lancé al agua por ti,nadando contra corriente sin poder dar marcha atrás.


JUAN CARLOS

Días atrás

—¿Martha?— Pregunté al ver a mi esposa frente a mi de nuevo,ella sonrió radiante.

— Amor,debes cuidar a nuestros tesoros.— Respondió con una sonrisa pero simplemente aquélla sonrisa no era genuina.

Aquélla sonrisa se veía retorcida mientras que mi esposa no parecía la mujer de la que me enamoré. Ella empezó a caminar hacia mi sin borrar esa sonrisa perversa.

De pronto me sentí succionado por la tierra para caer en un inmenso mundo de agua. Nadaba y nadaba pero no llegaba a la superficie,sentía cómo mis pulmones anhelaban el oxígeno.

De pronto sentía mi corazón más rápido y cómo un dolor inmenso llegaba a mi pecho,sentía cómo poco a poco mi vida mi vida se iba en aquél mundo de agua.

Desperté con una capa de sudor en mi frente mientras daba un gran suspiro,miré a mi alrededor desconcertado para corroborar que estaba en mi habitación y en mi cama.

Salí de está para dirigirme al baño y mojar mi rostro,los claros del día aún no salían por lo cuál era de madrugada. Me miré en el espejo antes de echar agua en mi rostro.

—”Lindos sueños,¿verdad,Juanca?”

Me asusté al oír una voz cerca de mi oído,me voltee para ver sí estaba alguien pero sólo estaba yo. Negué con mi cabeza rápidamente pensando que son alucinaciones mías por el reciente sueño.

(...)

— Buenos días señor. ¿Le traigo el desayuno?— Escuché a la cocinera,iba a abrir mi boca cuándo...

—”Debes comer,Juanca. ¿O morir?”

Salí de mi trance al oír a la cocinera de nuevo.—¿Se encuentra bien señor?— Preguntó con confusión en su rostro.

— Emm sí. No desayunare,así estoy bien.— Contesté con una sonrisa,la cocinera asintió y se fue. Pase una mano por mi frente olvidando esa voz,después de eso me fui al trabajo.

Día de la cena

Unas horas antes

Recién llegaba a mi oficina en las empresas,había sido un día ajetreado y un poco cansado. Los de la junta me tenían con un poco de dolor de cabeza y no lo podía negar. Tuve que sacar cartas debajo de la mesa para calmar a los clientes.

Ahora estaba en mi despacho sentado en mi silla revisando unos papeles,decidiendo descansar un poco solté un poco el nudo de mi corbata tirando la espalda en la silla,cerré mis ojos unos momentos.

—”¿Cansado,Juanca?”

Abrí mis ojos rápidamente para saber de dónde provenía esa voz que he estado escuchando. Un pequeño escalofrío me invadió al no ver a absolutamente nadie en el despacho. Pegué un pequeño salto al oír la puerta abrirse,era mi secretaria.

— Permiso señor,Garzón. Sólo venía a dejarle su café.— Mencionó mi secretaria de 40 años con una amable sonrisa.

— Gracias Nanc...

—”Disfrutando el café,es algo nuevo para ti ¿no?”

Toda palabra quedó atorada en mi garganta al oír esa voz de nuevo,fruncí el ceño rápidamente. Sacudí mi cabeza viéndo a Nancy con expresión confusa.

Inmarcesible || TerminadaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant