Mientras estemos juntos, estaremos bien

Una noche calmada

—Creo que ya es mi turno de hacer la cena— Chico Bestia se apresuró a llegar a la estufa y prender unos cuantos fogones mientras sacaba los sartenes y cuanta cosa de los cabinetes de abajo.

—Estoy de acuerdo— Raven tomó asiento frente a la barra de la cocina —sólo prepara algo para que Cyborg no haga el festín de carne de la última vez...

—¡¡Dímelo a mi!! ¡Ahora parece que es un restaurante! Pero no me quejo...mucho..— el muchacho se amarró el delantal y se dirigió al refrigerador. —Haré comida vegetariana sólo para mi.

—Starfire, ¿Qué es lo que vas a querer cenar?— Raven volteó a la mesa en donde estaba sentada la chica.

Ella levantó la mirada y negó con la cabeza.

—No gracias Raven, no tengo mucho apetito.

—¿Qué ocurre nena? Tu eres la primera en apuntarte para mis cocinas— comentó el verde dirigiendo su atención a la muchacha.

—¿Pasó algo con Robin?— preguntó Raven en un tono serio.

Starfire sólo se encogió más en su asiento. Raven y Chico Bestia tomaron esto como una afirmación y sólo intercambiaron miradas. Ya era la segunda vez en el mes. 

Todos entendían que Robin tenía una actitud un tanto....especial en cuando a trabajo y relaciones personales, pero ellos sabían que no era justo para Starfire estar cargando con tales genios ella sola; y ahora más que se consideran más 'íntimos' que antes. 

Antes de que Raven pudiera decir algo, Cyborg entró a la sala.

—¡¡Algo huele bien!! ¡Milagro que no apesta a goma quemada!

—¡Oye! Eso sólo fue una vez y fue porque me distraje del tófu— bufó Chico Bestia.

Raven y Starfire no dijeron ningún comentario. El muchacho verde regresó su atención a la comida y Cyborg permaneció en la entrada de la sala entre el silencio.

—Ok...esos ya fueron siete segundos, ¿Alguien podría decirme que pasó?— preguntó un tanto desesperado volteando al rededor de la habitación.

Starfire se sintió un tanto incómoda por la situación y balbuceó unas cuantas palabras.

—R-robin...

—Necesitaremos reforzar la vigilancia en la cuidad....sector 8... ¿Por qué todos tan callados?— Robin apareció detrás de Cyborg y todas las miradas estuvieron sobre él. —¿Qué?

Ellos volvieron a lo suyo. Robin no dijo nada y regresó por el pasillo. En cuanto él desapareció, todas las miradas fueron a parar a la chica. 

—Star, dinos que pasa— Cyborg se sentó frente a ella.

—Amigos, algo tiene a Robin muy alterado— Starfire habló con cuidado, casi murmurando. —Aun no me ha dicho que es, él dice que no sabe qué es tampoco. Quiero ayudarlo pero no sé como. Me preocupa....no lo había visto así desde..bueno...Slade...

Chico Bestia relajó la mirada y sonrió. 

—Star, Slade se hundió en un pozo de lava, y desde lo de la máscara ya no hemos sabido nada— los demás le dieron la razón —Además, si se tratara de Slade, ya habría aparecido algo con su firma o algo.

—Bestita tiene razón, si este payaso quisiera volver a fastidiar a Robin o a alguno de nosotros ya habría mandando a alguno de sus jugetitos. —Starfire sonrió al ver a sus amigos relajados, al parecer no era un gran detalle después de todo.

—Ya conoces a Robin— Raven se levantó de su asiento para servir algo de té —No dejará el tema hasta que descubra de que se trata o que el mismo considere que no tiene importancia.

—¿Debería de ir a hablar con él?— preguntó Starfire.

—Esa es tu decisión. Pero a como yo lo veo— Raven volteó a la puerta. —Él puede necesitar de tu compañía.

Starfire sonrió y salió de la sala hacia el pasillo. 

Estaba muy preocupada por Robin. No le gustaba ver que se estresara tanto; está bien que ponga mucho de su parte para dar curso a la misión y al plan de ataque, pero tenía que recordar que estaba en un equipo y que ellos están ahí para ayudarle.

—Robin...no estás sólo— murmuró Starfire para ella misma.

¿En serio no tenia por qué preocuparse?