Es difícil; no fue tu culpa

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Raven caminaba molesta de vuelta a la enfermería, Cyborg y Chico Bestia siguiéndola de cerca, preguntándose para ellos mismos que pudo haber provocado que ella se enojara tan repentinamente.

Las puertas de la enfermería se abrieron y ella fue directo hacía el cuerpo inmóvil de Robin. Una especie de energía azulada comenzó a emanar de la mano derecha de Raven a medida que sus ojos se tornaban completamente blancos.

—Raven ¿Qué estás haciendo? —Chico Bestia caminó más rápido para alcanzarla.

—Sé que les dije que no debía interferir, pero si no lo hago, puede que jamás salgan de ahí.

—Espera ¿Estás segura? —preguntó Cyborg, Chico Bestia solo tragó saliva.

—No.

La chica tocó la frente de Robin, respiró hondo y al paso de unos minutos pudo hacer conexión.

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Lo único que pudo ver al principio era oscuridad, por un momento pensó que la conexión no había funcionado hasta que comenzó a escuchar una conversación a la distancia. Se oía más como una discusión.

"Nunca quieres escucharme, para ti, cualquier cosa es más importante que yo"

"¿Quieres que sea honesto contigo? Parte de ti me asusta, en serio me aterra. El hecho de que no seas humana o parte humana o lo que sea que seas."

"Yo se que te amo, ¿Qué eso no es suficiente?"

"No lo creo. Verás, yo solo pienso que quizá te ame"

—¡Robin! ¡Starfire! —La voz de Raven hizo eco en la oscuridad haciendo que la pareja se sobresaltara.

—¿Raven? —Starfire limpió sus lágrimas y sonrió.

—¿Tienen idea de lo que están haciendo?— preguntó ella bastante molesta.

—Pues.... tratando de encontrar una sa...

—¡No! —exclamó, impidiendo que Robin terminara la oración. —¿Que no escucharon las instrucciones? Ustedes están muy mal. Tienen que sentarse, hablar, arreglar sus diferencias y entonces, solo entonces podrá todo regresar a la normalidad.

—¿Cómo es que estás aquí? ¿Dónde se supone que estamos?— Robin pareció ignorar las palabras de Raven.

—Richard John Grayson escúchame bien —el suelo comenzó a temblar. Raven respiró hondo e intentó calmarse— Van a sentarse a hablar. Starfire, dile todo. Robin, por favor las cosas no están bien con ella. Ni contigo.

—Raven...— Robin quedó atónito al escuchar su nombre.

—Los veré mas tarde. Por el amor a Azarath, quiero verlos más tarde.

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—¿Los encontraste? —preguntó Chico Bestia acercándose a Raven. Ella se veía triste.

—Están muy mal— la chica bajó su capucha y se talló las sienes— Starfire no está hablándole como debería y Robin no está escuchando.

—Nada de comunicación...— concluyó Cyborg.

—Desgraciadamente —Raven suspiró— Solo espero haber podido hacerlos reaccionar.

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Starfire y Robin intercambiaron miradas. Avergonzados, desviaron la vista a la oscuridad. La chica se sentó en el suelo derrotada. Era bastante agotador tratar de hablar con Robin, no la escuchaba. Pareciera como si las únicas palabras en el vocabulario de él solo tuvieran que ver con el trabajo.

—Star... —el chico puso ambas manos detrás de su cabeza y suspiró— ¿Podemos hablar?

—Si vas a ser realmente serio, no lo sé —Starfire rodó los ojos. En este punto, cualquier cosa servía.

—Lo seré, pero está bien...—Robin se acercó a ella y se sentó a su lado— Solo quiero decirte porqué he estado actuando como un verdadero imbécil últimamente...

—Pero tu has sido maravilloso...— ella no solía usar sarcasmo, pero cuando lo utilizaba, como dolía.

—Star por favor, tienes que entender algo de mi— Robin rió con nerviosismo— Fui criado por Batman; a pesar del trauma que lo hizo convertirse en lo que es, él siempre me enseñó a guiarme por mi cabeza, no por mi corazón. Además, siento que he sido demasiado introspectivo para mi propio bien.

—¿Robin?

—No por favor, déjame terminar. Será más sencillo de esa manera— él tomó una de las manos de Starfire y sonrió levemente— Es difícil de explicar. Pero, a pesar de mi reputación por saberlo todo, me he dado cuenta que en realidad no se nada...de mi...o de nosotros.. Me refiero a...en una manera romántica, rayos, no sé a que me refiero. En serio necesito tiempo para aclarar mis emociones.

—Te daré todo el tiempo del mundo— Starfire sonrió y se inclinó para abrazarlo.

Por segunda vez en parcial oscuridad, Robin pudo sentir esa felicidad especial que solo ella podía darle. Se sintió estúpido, pero a la vez afortunado de tener en su vida a alguien como Starfire. Ella lo esperaría. Todo será mejor una vez que él despeje su mente. Robin necesitaba dejarse amar, y aprender a amar. Es un héroe excepcional, pero el trabajo de héroe no durará para siempre.

—Me he sentido muy sola, Robin— murmuró ella, abrazándolo más fuerte— He cometido el error de hacerte indispensable en mi vida, en el sentido de que siento que no puedo funcionar si no te tengo conmigo... y eso no está bien.

Robin le acarició el cabello y permaneció en silencio. No tenía porqué agregar ningún comentario a esa confesión. Él no podía descifrar lo que su corazón estaba sintiendo en ese momento, o interpretar bien la situación. Sintió un dolor en el pecho y esa sensación de seguridad al estar en los brazos de Starfire, había desaparecido.

—Yo te quiero en mi vida— dijo él, separándose un poco para poder verla a los ojos. —No quiero que vuelvas a llorar por mi culpa.

—Eso no es tu culpa, entiendo que es difícil tratar de mantenerlo todo bajo control y darte tiempo para una relación. —Starfire se encogió de hombros y desvió la mirada. Se sentía tonta al hablarle a Robin. Después de todo, conversar no es tan sencillo como ella pensaba.

—Starfire— la chica regresó su mirada a Robin— No soy bueno para las palabras, pero quiero estar contigo, el problema es que no se cómo.

—Robin yo...

—¡Se acabó el tiempo enamorados! —la gruesa voz interrumpió su conversación. —Es hora de tomar una decisión niños.

Los reflectores que estaban iluminándolos parpadearon varias veces. Cuando la luz fue constante de nuevo, la pared invisible había regresado, obligándolos a separarse. Robin fue el primero en ponerse de pie y comenzar a golpear dicha barrera.

—Es inútil chiquillo— canturreó la voz— tuvieron el tiempo suficiente para aclarar sus diferencias, no crean que los esperaría por siempre.

—¿Cuál es tu problema? —contestó Robin enfurecido.

—Esa amiga suya no debió interrumpir...odio que hagan trampa...

Mientras estemos juntos, estaremos bienWhere stories live. Discover now