Aquí estoy, el que me ha dejado eres tú

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—¿A qué te refieres con eso? —preguntó Chico Bestia rascándose la cabeza— ¿Me estás diciendo que esa cosa es como 'cupido'?

—No necesariamente— Raven abrió el gran libro frente a ellos —Muchas culturas ha lo largo del tiempo han creído que este ser es cupido, o el "destino de los enamorados".

El antiguo libro que yacía frente a ellos, mostraba un abstracto dibujo de una gran sombra, rodeada por pequeñas flamas violetas.

—¿Esta cosa tiene a los chicos?— preguntó Cyborg señalando el dibujo.

—Tiene a Robin en una especie de trance, y lo más probable es que se haya llevado a Starfire...

—Pero si Robin esta en trance, ¿No pudo haber hecho eso con Starfire también?— interrumpió Chico Bestia. —¿Como podemos estar seguros de que esa cosa la tiene?

Raven dio vuelta a unas cuantas páginas. Ahora el libro mostraba a la sombra con dos figuras humanoides, una de las siluetas en blanco y la otra con un dibujo de un corazón roto sobre el pecho.

—Al principio yo tampoco estaba muy segura— continuó Raven— pero si es de acuerdo a la leyenda, Robin tiene su conciencia en pausa y Starfire, el corazón roto.

Los chicos intercambiaron miradas, Raven cambió hacia la siguiente página.

—No entiendo ¿Qué está pasando?— el verde se rascó la cabeza.

—En pocas palabras, este ser aparece cuando la relación de una pareja no está bien; uno de ellos tiene el corazón dispuesto pero la conciencia distante, y el otro, la conciencia dispuesta y el corazón distante. Ambos están muy lastimados. La criatura al estar a cargo del amor, se siente ofendida por aquellos que no lo cuidan bien. —Raven dejó salir un largo suspiro— Starfire había hablado conmigo hace días porque tenía problemas para comunicarse con Robin...

—Típico— terció Chico Bestia— ¿Pero qué puede ser diferente ahora? Robin siempre ha sido frío y distante, y no es como si apenas ayer fueran pareja, llevan juntos varios años.

—Bestita, ponte en el lugar de Star— Cyborg cruzó los brazos y comenzó a caminar por la habitación— Es como si no tuvieras a nadie para hablar, o salir, o contar tus chistes.

—Eso sería horriblemente tedioso... me sentiría tan solo y desdichado y.... oh...

—¿Ahora entiendes? Starfire estaba muy mal  y Robin pensaba que todo estaba bien. —Raven cerró el libro y caminó hacia el estante regresándolo a su lugar.

—Espera... ¿Que no hay un hechizo o algo para traerlos de vuelta?— dijo Chico Bestia poniéndose de pie.

—Esto es algo que ambos deben hacer por su cuenta, yo no puedo interferir o nada tendría sentido. —la chica se quedó pensando unos momentos— Aunque tampoco es bueno que estén en ese plano dimensional tanto tiempo... podría ser peligroso para ambos.

—¿Crees que estén arreglando sus diferencias? —terció Cyborg.

El repentino silencio de Raven puso nerviosos a ambos muchachos. Ellos intercambiaban miradas mientras ella seguía con la mirada clavada en el suelo, como si todas las respuestas se encontraran allí de alguna manera. Raven conocía demasiado bien a Robin, tanto así, que le aterraba que por querer hacerse el héroe, no se detuviera un momento a apreciar lo que era importante. Ella estaba consciente del amor de Robin hacia Starfire, pero ¿A caso su orgullo era mas grande que eso? Era lo que Raven desconocía y lo que más le preocupaba.

—¡Maldita sea, Robin!— exclamó ella, saliendo de prisa de la habitación, haciendo explotar un par de bombillas.

—Eso no es una buena señal— murmuró Cyborg rompiendo el silencio.

Chico Bestia asomó su cabeza detrás del hombro del muchacho mecánico. Negó rápidamente con la cabeza sin decir palabra alguna y ambos la siguieron por el pasillo.

¿Qué hizo Robin?


Mientras estemos juntos, estaremos bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora