Mientras estemos juntos, estaremos bien

Te escucho ¿Puedes escucharme?

Fue en ese momento donde ambos comenzaban a preguntarse si todo aquello pudo haberse evitado de alguna manera. Pero no hay cantidad de culpa que pueda cambiar el pasado, así como no hay cantidad de ansiedad que cambie el futuro.

—Su conversación me dejó en claro muchas cosas. Siendo una de ellas,  el hecho de que su relación es inestable y tóxica. No solo eso, ya que también desaprovecharon la oportunidad para reparar el corazón roto.

Robin desvió la mirada sintiéndose avergonzado. Starfire solo sonrió lastimosamente.

—Robin...no es tu culpa...

—No puedo dejar que se vayan de aquí. Al menos no los dos. Escojan uno. —la estruendosa voz interrumpió a Starfire, haciendo que temblara de miedo.

La chica no podía entender bien el porqué,  una inseguridad terrible invadió su cuerpo de un momento a otro y a pesar de que se encontraba justo al lado del amor de su vida,  la soledad que sintió en ese momento era completamente indescriptible. Un vacío profundo se adentró en su corazón y por unos momentos creyó que estaba a punto de ahogarse.  Era un dolor que nunca había tenido la desdicha de experimentar.

Intentó esconder semejante tortura bajo una simple mueca de dolor pero Robin la conocía bien, quizá demasiado bien.

—¿Qué? ¿Qué quieres decir con eso? —Robin seguía gritándole a la nada. Ignorando parcialmente la condición en la que se encontraba Starfire.

—Ya me oyeron. Uno solo. Tómense el tiempo que necesiten.

—Lo que dices no tiene sentido ¿Que tiene de malo que nos dejes ir a los dos de una buena vez?

Una cínica carcajada atravesó el vacío al mismo tiempo que lograba helarle los huesos al muchacho que había logrado mantener un aire de cordura ante la situación.

—Seguirán peleando y eso no tiene sentido. Y ambos se aman demasiado como para simplemente tomar distancia. Afectará sus vidas, afectará a su equipo.

—Dices ser el representante del amor, ¿Cómo es que esto es una representación de amor? ¿Separarnos? ¿En serio?— para sorpresa de si mismo,  la voz de Robin comenzó a temblar.

—A veces la mayor prueba de amor es simplemente dejarse ir.

—¡No voy a aceptar esto! ¡Tú no vas a separarnos! —el muchacho se sobresaltó al sentir una única lágrima rodar rápidamente por su mejilla. Su cerebro podría seguir frío pero no podía seguir ignorando los verdaderos sentimientos de su corazón.

Se negaba a perder a Starfire. Todas sus memorias, las más felices las tenía junto a ella.  Recordó cada uno de los momentos en donde él había arriesgado su vida por ella,  así como también ella lo hizo muchas veces por él. Ellos se amaban. Esta cosa no le iba a arrebatar lo más preciado en su corazón.

Nuevamente una risotada hizo eco en el oscuro lugar, ambos se estremecieron y apoyaron las manos contra la barrera.

—Tic. Toc. Tomen una decisión o lo haré yo.

La barrera volvió a adquirir sus antiguos atributos los cuales les impedían ambos tocarse o escucharse.  No hacía falta. En un momento de silencio fueron capaces de decirse todo con una mirada.

—Me alegra saber que ya tomaron una decisión.—la voz guardó silencio por un momento para asegurarse de que ambos estuvieran de acuerdo en esa decisión—Que así sea...

—Robin... tengo miedo— ella sabía que él no podía escucharla, pero aun así el mensaje lo transmitió desde su corazón.

El muchacho sólo sonrió y apoyando la frente contra la barrera, tuvo el tiempo suficiente de decir una última frase antes de que una luz cegadora los envolviera a ambos.

Y así de simple, desaparecieron del eterno vacío.

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¿A quién habrán escogido?