¿Dónde estás? ¿Por qué me has abandonado?

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—¡Starfire! ¡Starfire sal de ahí! ¡Es una emergencia!

Chico Bestia golpeaba con insistencia la puerta de su habitación. Hacía unas cuantas horas que habían descubierto el cuerpo de Robin en la bodega, Raven lo trasladó hacia la enfermería y ahora se encontraba en un estado crítico. Estaba inconsciente, pero milagrosamente seguía vivo.

—Chico Bestia, deja de golpear la puerta— Raven se acercó silenciosamente, provocando que el verde se sobresaltara.

—¿Qué se supone que haga? ¿Esperar a que salga? —frustrado, se alejó de la puerta. —Robin está en problemas, ¿Por qué Starfire no es la primera en la fila para verlo?

—Ninguno de los dos sabemos eso. —Raven abrió un portal negro frente a la puerta —Espera aquí, yo la traeré.

Chico Bestia simplemente se cruzó se brazos y se recargó en la pared. Golpeteó el suelo repetidas veces con su pie mostrando impaciencia. Raven había estado ahí adentro solo un par de minutos, pero al chico le preocupaba la delicada salud de Robin en este momento. Solo quería que Starfire fuera a verlo. Era lo ultimo que Robin le había dicho a Chico Bestia antes de perder la conciencia. No iba a dejar esa promesa incompleta.

Finalmente las puertas se abrieron y salió Raven con la cabeza agachada. Chico Bestia se acercó con desesperación.

—¿Y bien? ¿Qué fue lo que dijo? ¿Vendrá a verlo?

Raven le otorgó una mirada de preocupación al muchacho y señaló al interior de la habitación.

—Starfire desapareció...

—¿Cómo que desapareció?

Chico Bestia entró a la habitación. Estaba vacía. Con la respiración agitada comenzó a entrar en pánico. Revisó cerca de la ventana. En el armario, incluso detrás de la cortina de baño, pero Raven tenía razón. Starfire se había ido...

—Raven... ¿Qué haremos ahora? —preguntó con una voz callada.

—Starfire es la única que puede eliminar la radiación que está afectando a Robin —la chica bajó su capucha y se acercó a Chico Bestia—Si ella no está, tendremos que encontrar la manera de salvarlo o....

—Morirá...

La voz de Cyborg hizo eco en la vacía habitación, la pareja se acercó a él.

—¿Qué tan grave es?—preguntó Raven.

—Aun no he terminado de analizar por completo esa sustancia, pero aunque Starfire estuviera aquí, ya ha causado un daño muy grande en Robin, no se si pueda seguir siendo el mismo.

Cyborg comenzó a caminar de vuelta a la enfermería, los otros dos lo siguieron de cerca. La noticia no era para nada agradable y ahora eran dos titanes menos. ¿Dónde se había metido Starfire? Desgraciadamente no había tiempo de salir a buscarla, la prioridad en la mente era ayudar a Robin.

—¿A qué te refieres con eso?—la voz de Chico Bestia se quebró.

El muchacho mecánico solo le dio una mirada que se lo dijo todo. Pero era imposible. Estaban hablando de Robin, ''El chico maravilla'', no podía dejarlos así como así y mucho menos ante un enemigo desconocido.

—No, no, no, ¡Tenemos que hacer algo! —el chico verde tomó a Raven de los hombros—¡Tus libros! ¿No existe algún hechizo de curación? ¡Tú tienes habilidades curativas Raven! ¡Tú puedes ayudarlo!

—Chico Bestia, esto es diferente—respondió ella, quitando las manos del muchacho de sus hombros.

Habían llegado a la enfermería, en cuando Cyborg abrió la puerta, los tres se quedaron paralizados. Una sombra estaba inclinada sobre Robin, con una extremidad atravesando su pecho.

—¡Aléjate de él! —gritó Raven, mientras apartaba la sombra con un brazo oscuro.

—¡Titanes, al ataque! —anunció Cyborg formando su cañón.

La sombra chilló entre el agarre de Raven. Cuando Cyborg le disparó se desvaneció por completo en el aire. Toda la atención era para Robin nuevamente.

—Eso fue demasiado fácil...—la mano de Cyborg volvió a formarse.

—Chicos...

Raven y Cyborg fueron hacia Chico Bestia, los tres observaron los monitores que mostraban el estado de salud de Robin. No se veía bien, para nada bien. Había caído oficialmente en coma. Si llegaran a encontrar alguna solución, será más difícil despertarlo.

—¿Qué era esa cosa?—preguntó el verde acercándose a Robin.

—Sé lo que es—anunció Raven, las miradas cayeron sobre ella—Pero no te gustará la respuesta...

Mientras estemos juntos, estaremos bienWhere stories live. Discover now